A cuantas comparecencias, ruedas
de prensa, convocatorias de la Coalición Caballas puedo
haber asistido desde que resido y trabajo en Ceuta? Pierdo
la cuenta pese a su machacona periodicidad acrecentada por
el hecho de que la más carismática de ese grupo, la abogada
Fatima Hamed, solo ha comparecido en una ocasión,
precisamente en la única ocasión en la que se trató un tema
interesante, el resto de las convocatorias eran tan
divertidas y amenas como leerse la letra pequeña de una
póliza de seguros.
Y eso que, como oposición, podrían abordar temas
“calientes”, algunos que incluso exceden a las competencias
de la Ciudad Autónoma pero en los que el Gobierno de Vivas
puede “apretar” y reclamar a los madriles. ¿Un ejemplo? El
estado anticonstitucional de los calabozos de la Comisaría
del Cuerpo Superior de Policía de esta ciudad, porque
estamos en Ceuta ¿verdad? Y creo que pertenecemos a la Unión
Europea de pleno derecho y no somos un cutre “outlet” de
Occidente, vamos, me parece a mí. Aunque cuando se entra en
las lúgubres dependencias de la comisaría ceutí hay que
reflexionar unos momentos a la hora de determinar si estamos
en España o en Tetuán.
Luego, lógicamente, en la Península tenemos que soportar el
bla, bla, bla, que si a Ceuta y Melilla van los mejores
policías, que si son los tíos más cualificados, que aquí
predomina la excelencia, OK, mucha palabrería hueca y mucho
afán de fardar porque, el material humano de primera tiene
que trabajar en unas condiciones calamitosas. Y aplico un
criterio comparativo, concretamente hablo de Málaga, donde
hay varias comisarías, la más depauperada la del conflictivo
enclave Palma-Palmilla y esas instalaciones que allí nos
parecen pobretonas comparadas con las de Ceuta son el Ritz.
¿Y la Central de Málaga? Tiene hasta una pista para que
aterricen los helicópteros.
Pero aquí nos deben considerar, a nivel Ministerio, unos
paletos irredentos a quienes se conforma enviando a policías
magníficos para callarnos la boca sin pararse a considerar
los madrileños, que a catetería y estulticia nos ganan, que
a los buenos profesionales hay que ofrecerles las mejores
instalaciones para que trabajen y puedan rendir de acuerdo a
su valía y no tenerles como si estuvieran recibiendo un
cursillo acelerado para adaptarse trabajar en un poblacho de
la selva amazónica. ¿Y los calabozos? Ahí tendría que
intervenir de oficio la Fiscalía y ordenar su inmediata
clausura porque conculcan principios constitucionales, a
saber, el articulo que prohíbe la tortura y los tratos
inhumanos, vejatorios y degradantes. Esos calabozos no
reúnen las condiciones mínimas para albergar a seres
humanos, no tienen servicio en su interior así que si el
guardia no acude a la primera el preso se mea en el suelo,
no tienen un grifo para beber, ni colchonetas de un solo uso
para tumbarse ni se proporcionan mantas precintadas. Son una
mierda de instalaciones ¿Y que pasa con las tres comidas
diarias obligatorias? ¿Y que pasa con la “concienciada”
Coalición Caballas sempiterna defensora de los “oprimidos”?
¿Y que pasa con la siniestra admonición favorita de Caballas
de la “fractura social”?Bla, bla, bla… Fractura social
cuando a unos padres le detienen a un hijo por alguna
gamberrería y tiene que dormir en esa cochambre. Y sufrirla.
Por muy vejatorio, inhumano y degradante que sea el que las
criaturas tengan que pasar hasta setenta y dos horas en esas
condiciones inhumanas y tercermundistas. ¿Qué depende del
Ministerio del Interior? No. Depende de la Fiscalía porque
si llega un fiscal y le dice a un juez que “eso” no puede
estar “así” y el juez los clausura no hay tu tía y si hay
que seguir deteniendo a gente porque delinquen se les lleva
a algún lugar alternativo, incluso a una nave habilitada
pero limpia y en condiciones higiénicas, o se les engrilleta
a una farola. Porque ¿saben una cosa? Esos calabozos no son
“lo que se merecen” los extranjeros que vienen a delinquir
ni los chorizos locales, mayormente porque, de paso, pueden
“merecerlos” cualquiera, el honrado profesional que se pasa
de copas y la lía con el coche, el empresario que arma un
rifirrafe en la puerta de su local de ocio y como he sido
testigo en estos, días, cualquier afectado por la ley de
Violencia de Género mal aplicada, ya saben, esos casos
deleznables donde la “supuesta víctima” que jamás ha
presentado ni un mísero parte de lesiones, denuncia
sistemáticamente por los motivos más infundados al “supuesto
maltratador” para escarnio, ofensa, humillación e
indignación de las “victimas auténticas”.
Pero aquí, a diferencia de la Península donde son más
garantistas, cualquier denuncia de una fémina, por mucho que
no aporte ni una puta prueba, es detención automática del
varón. En la Península hay que denunciar con el parte de
lesiones en la mano o con pruebas muy fundadas, así se evita
el cáncer de las denuncias falsas y de las venganzas
personales pasadas por los calabozos. Las propias
asociaciones de mujeres detestamos más que a nadie en el
mundo a las lagartas que tratan de “utilizar” y de
“manipular” las leyes para sus propios fines, porque nos
perjudican a todas y ofenden a las verdaderas maltratadas.
Pero aquí yo alucino. Reflexiono sobre que, si son tan
“ligerillos” a la hora de detener, no a malhechores que a
esos no hay que detener sino retener por los siglos de los
siglos, sino a ciudadanos sin antecedentes, con arraigo,
profesionalmente impecables y honrados miembros de la
comunidad, por lo menos que les “encalabocen” en
dependencias acordes a nuestra pertenencia a la UE y si no
hay porque el fiscal ha intervenido o porque al Delegado se
le han calentado las pelotas y ha echado el cierre alegando
“anticonstitucionalidad” y que salga el sol por Antequera,
entonces que les lleven a un hostal y les aten a la cama.
Alguna solución existirá. Pero de “estas minucias” que
suponen los tratos degradantes no se ocupa la Coalición
Justiciera Caballas en su sempiterno bla,bla,bla…
O es que tal vez piensan que el pueblo de Ceuta se conforma
con ser un “outlet” de Europa y recibirlo todo de rebajas,
de segunda mano y abaratado, incluso las dependencias
policiales donde podría rodarse “Torrente IV destino Larache”.
¿Qué la categoría y el buen hacer de los profesionales es el
paliativo de la cochambre de las instalaciones? No. No lo
es. Es una afrenta, porque esos policías no merecen trabajar
en ese cutrerío y nadie merece pasar ni un segundo de su
vida en “esos” calabozos. Pero el tema no interesa a
Caballas, demasiado comprometido y demasiado “caliente”.
Pues si está caliene que soplen y no tanto bla,bla,bla y
política de outlet.
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