No van a ser días de tranquilidad
y recogimiento, a pesar de las fiestas que se van acercando,
y desde aquí hasta el día de las elecciones, no va a haber
una sola fecha en la que “el más difícil todavía” del circo,
no nos lo vayamos a encontrar, elevado a la enésima
potencia.
Y va a haber razones poderosas para pasárselo bien, de
partido en partido y de mitin en mitin, si es que uno no
tiene otras cosas más interesantes que hacer.
En todo este batiburrillo, lo que no me cabe ninguna duda es
que, en el centro de todos los tiros va a estar Aróstegui,
al que le llueven críticas, desde la derecha hasta la
izquierda, pasando por el centro y desde el catolicismo al
islamismo, pasando por todas las demás religiones.
Y no es extraño que esto suceda así, porque se mete en todos
los “fregaos”, siendo de su competencia, o sin serlo, con lo
que, ahora mismo, no tiene relación cordial con ninguno de
los grupos solventes que se van a presentar a las
elecciones.
Y lo que más celebro de todo esto es que se ha dejado ver,
desde todos los ángulos, por haber ido de flor en flor como
un encantador de serpientes y dejando a todos en la estacada
cuando no lograba, de inmediato, lo que iba buscando.
Y si todos los que entran en política están que rechinan los
dientes con Aróstegui, los que no lo aguantan más son los
que pertenecen a uno de esos partidos modestos, pero muy
serio, como es el PDSC, que han colocado perfectamente al
sujeto, en cuestión, y aseguran que “Aróstegui intenta
manipular al colectivo musulmán”.
Creo que han dado en la diana y han acertado al decir lo que
otros, hasta ahora, no se habían atrevido a decir, a pesar
de pensarlo.
Y es que ahí es donde él quiere entrar para controlar ese
terreno, a su antojo y capricho, para servirse de todos
estos votantes y cuando haya logrado lo que busca los dejará
tirados y no querrá saber más de ellos.
Lo bueno de esto es que, como en el PDSC no tienen que
esconder o tapar nada, se pueden permitir hablar de frente,
decir las cosas a la cara, sin estar con tapujos de ningún
tipo a la hora de hablar.
El presidente del PDSC, número 1 de esa candidatura,
Abderrafer Mohamed y el secretario general, Tarek Mizzian,
no se paran en simples juegos de palabras, ellos hablan
claro y fuerte, especialmente al calificar a los líderes de
Caballas de “mentirosos”.
Más claro agua y especialmente al analizar, a priori, el
futuro de Aróstegui:”lo único que intenta con la coalición
es obtener un buen rédito político”.
Aquí está el quid de la cuestión, ese quid que ya han
apuntado algunos otros, también con seriedad, pero de lo que
no parece enterarse Mohamed Alí que con esa alianza lo más
destacado que va a lograr es romper un proyecto que fue
ilusionante con UDCE, pero que ya no lo es.
Y como para lograr algo positivo hay que seguir con la
verdad, desde el PDSC se insiste en lo que es, ha sido y
seguirá siendo Aróstegui, del que dicen que:”siempre se ha
referido al colectivo musulmán con discriminación”. Ahí
tiene Aróstegui material para darse cuenta de qué se piensa
de él en un ámbito desde el que jamás se le había dicho nada
en contra.
Con seriedad y con gran claridad Abderrafer Mohamed hace un
llamamiento muy especial:” Desde aquí queremos llamar al
señor Alí y a su compañero mentirosos”. Este es el camino
para dejar a cada uno en su justo sitio.
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