Noche del martes al miércoles,
tras haber terminado el encuentro entre el Madrid y el
Tottenham, me llama un amigo, que vive en las inmediaciones
de lo que eran las dependencias, hace años, de Weil.
Mi amigo con voz de pocos amigos, en aquel momento, la cara
seguramente que era de menos “colegas”, todavía, me dice de
sopetón:”Que otra vez estamos sin luz”.
En honor a la verdad, casi no me estaba enterando de lo que
me estaba diciendo, porque por un lado el buen ambiente que
yo respiraba por el 4-0 a los ingleses y el hecho de que en
el centro no hubiera nada de eso, casi se me hacía
incomprensible que esa noche y a esa hora, hubiera algún
lugar, aquí en Ceuta, sin luz eléctrica en condiciones.
Y es que yo no termino de comprender eso que hace más de
cincuenta años ocurría con alguna frecuencia en mi tierra,
pero de lo que ya nadie, en mi propio pueblo, se acuerda.
Claro está que Ceuta es Ceuta, y por mucho o por poco que se
interesen por el asunto sobre apagones, en la casa grande de
la Plaza de África, o en la otra casa gran de la Plaza de
los Reyes, esto no lo solucionan ni aunque el presidente de
la Ciudad o el delegado del Gobierno vayan en peregrinación
y de rodillas a Lourdes, a Fátima o al Monte de los Olivos.
El Campo Exterior, así como la zona del Mixto y todos sus
alrededores, en la noche del martes, tuvieron que volver a
encender la vela.
Se había quedado a oscuras, a eso de las once y media de la
noche, con lo que la cena, aquellos que, por no haberse
acostumbrado aún al horario, cenan más tarde, les supo a
simple oscuridad.
Y volvemos a lo de siempre ¿A qué viene esto?. La única
respuesta que hasta ahora se puede dar es:” todo esto viene
debido a que estamos en Ceuta, en la que los servicios clave
fallan a cada instante”.
Y es que ahora nos vendrán con mil cuentos chinos, como es
eso tan frecuente de pasarse la bola de un organismo a otro
y, como si fuera un disco rayado, volver a decir, desde
fuentes de la Empresa de Alumbrado, que por un fallo en un
grupo de la central de Endesa.
Eso ya nos lo sabemos, casi de memoria, como nos sabemos,
también, casi de memoria que, a cada instante, se va la luz,
si no en el centro, en dos barriadas y si no en otras tres
más.
Y van nueve, así como suena, porque el de la noche del
martes al miércoles era el noveno corte de luz que se ha
dado en Ceuta, desde finales de año, hasta hoy.
Y como los responsables del suministro de luz no quieren
hacer distinciones de barriadas o centro, el anterior, casi
tres días antes, el 22 de marzo, se produjo en el Centro.
Al final, como no podía ser de otra forma, los vecinos, en
alta voz y con claridad, dicen que esto es “una vergüenza”,
pero con enfado o sin ello, los apagones siguen, nadie hace
nada por solucionarlo y el recibo de la luz, al final de
cada mes hay que volverlo a pagar.
Lo normal sería, para que esos incompetentes se enteren de
una vez que no están tratando con tontos, que este mes, los
usuarios dieran orden a su banco para que cuando llegue el
recibo de la luz no lo paguen y se lo devuelvan. ¿Tendrían
..., en el Suministro de Luz, para cortar la luz a todos los
ceutíes por no haber pagado ese recibo? Eso..., no sé si
tendrían, pero la poca vergüenza para seguir engañando a
base de apagones, ahí está, a la vista fe todos.
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