‘El comandante general de Ceuta. Semblanza 1920-22’ es el
título de la conferencia que el general de brigada de
infantería Carlos Blond Álvarez del Manzano realizó ayer y
en la que analizó la figura de su abuelo, el general Álvarez
del Manzano. Lo que más le llamó la atención durante su
investigación fue los términos con los que se definía al
Ejército.
El general de brigada de infantería Carlos Blond Álvarez del
Manzano, nacido en Oviedo en 1944, quisó recordar ayer “una
página de la historia de España que se ha olvidado o que se
recuerda sin justicia”, la época de las guerras del Rif, que
se produjeron en los años en los que su abuelo materno, el
general Bernardo Álvarez del Manzano fue el comandante
general de Ceuta. Blond analizó aquel tiempo en una
conferencia titulada ‘El comandante general de Ceuta.
Semblanza 1920-22’ que impartió ayer en el Casino Militar, a
través del Aula Militar de Cultura.
El interés del general Blond por aquellos años nació cuando
heredó de su madre una serie de carpetas que contenían
documentos de la época. Al adentrarse en ellos se encontró
con las cartas que se enviaban su abuelo y otras
personalidades como el vizconde de Eza, que era ministro de
guerra; o el vizconde de Lema, que ostentaba el cargo de
ministro de Estado. Después pasó a documentarse consultando
el Archivo General Militar, así como accediendo a artículos
publicados en prensa, como los escritos por el abuelo de
Ruiz Gallardón, que era corresponsal de guerra; o por el
padre del filósofo José Ortega y Gasset, José Ortega
Munilla. De este, precisamente, recuerda como quiso
alistarse en 1920 en la Legión y como al ser preguntado si
había sido soldado, contestó: “Yo no he sido soldado, pero
soy periodista que es tanto como haber sido ser soldado”, y
que después escribiría en diarios de la época, como ABC, La
Tribuna o Sol, varias crónicas en las que relataba su
experiencia en Marruecos.
Del momento histórico que el general Blond ha analizado, lo
que más le ha llamado la atención ha sido descubrir que de
aquella epoca “se ha hablado como si todo lo que hizo el
Ejército hubiese sido un fracaso, cuando si se analizan los
hechos se encuentran las páginas gloriosas que se
escribieron de mano de los soldados”.
Para reivindicar algunos de aquellos nombres, el general
Blond analizó una serie de hombres coetáneos a Álvarez del
Manzano, como fueron Silvestre en Melilla, o Dámaso
Berenguer en Tetuán, entre muchos otros.
|