El joven Guardia Civil, natural de Ceuta, Francisco Pascual
Andreu fue asesinado un 6 de abril de 1980 en un bar de Orio
en Guipuzcoa a manos de un comando de ETA. Tenía 24 años y
estaba a punto de ser trasladado a la ciudad autónoma a
donde había pedido destino. Preparaba su boda. Ayer se
cumplió 31 años de su muerte y desde 2007 una calle en la
Avenida Lisboa le recuerda.
La efémeride del asesinato del ceutí Francisco Pascual
Andreu sumó ayer 31 años. El nombre del joven guardia civil,
que fue ametrallado por un comando de ETA en Orio, figura en
el callejero de Ceuta desde 2007 cuando en la Aveninda de
Lisboa se dedicó una calle a su memoria.
Andreu creció en O’Donnell y vivió en la calle Juan de
Lacosa; estudió en San José y jugó al fútbol en el CD
O’Donnell hasta que decidió ingresar en la Benemérita
después de haber servido desde los 17 años en Artillería a
donde alcanzó el empleo de cabo 1º.
En la madrugada del 6 de abril de 1980 tres individuos
ametrallaron a Francisco Pascual Andreu, guardia civil, y a
Florentino Lopetegui Barjacoba, pescador, mientras tomaban
una copa en el Bar Biotza de Orio (Guipúzcoa), cuentan las
crónicas de la época. Uno de los terroristas disparó una
ráfaga de metralleta, mientras otro hizo fuego con una
pistola. Florentino y Francisco resultaron muertos en el
acto.
Florentino se encontraba con unos amigos y se acercó a
Francisco para interesarse por la marcha de una solicitud de
licencia para una embarcación de su padre. Un compañero de
Francisco Pacual, también guardia civil, acababa de irse
porque tenía que incorporarse a su puesto de trabajo.
Los tres etarras huyeron en un automóvil Seat 124 con
matrícula de Madrid. En el lugar del atentado se recogieron
trece casquillos del calibre nueve milímetros parabellum y
otro del calibre 7,65 marca Gebelo. El atentado fue
reivindicado el 10 de abril por los Comandos Autónomos
Anticapitalistas y, al parecer, iba dirigido contra los dos
guardias civiles. Los etarras no debieron darse cuenta de
que uno de ellos se había marchado y le confundieron con
Florentino Lopetegui. Sin embargo, los terroristas no
asumieron su error en el comunicado de reivindicación,
acusando a Florentino de ser un colaborador de la Guardia
Civil para justificar su asesinato. La corporación municipal
de Orio, en un pleno celebrado el 27 de junio, desmintió que
Florentino fuese un “chivato”. Lo mismo hicieron los padres
de la víctima, calificando de “pura farsa” el comunicado de
reivindicación de los asesinos de su hijo, dijeron las
crónicas.
Francisco Pascual Andreu era de Ceuta, tenía 24 años y
estaba soltero auqnue iba a casarse con su novia ceutí. Su
cadáver fue trasladado desde el aeropuerto de Fuenterrabía a
su ciudad natal donde unas cuatro mil personas asistieron al
día siguiente al entierro. En la casa-cuartel de la
Comandancia de la Guardia Civil se ofreció una misa corpore
in sepulto. Presidió la ceremonia el capitán general de la
II Región Militar, Pedro Merry Gordon, y asistieron el
general jefe de la Segunda Zona de la Guardia Civil, Rafael
Girón Lozano, y las primeras autoridades civiles y militares
de Ceuta. Igualmente, asistieron los padres, hermanos y la
novia de Francisco. En el momento de ser sacado el cadáver
del guardia civil a la puerta del cuartel fueron lanzados
varios vivas a la Guardia Civil. Francisco Pascual había
conseguido poco antes su traslado a Ceuta, se contó en los
medios.
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