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OPINIÓN - MARTES, 5 DE ABRIL DE 2011

 
OPINIÓN / ANÁLISIS

Ceuta y Melilla = ¡A hacer los deberes!


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

Si el título de este artículo es recordar que tenemos que hacer los deberes lo anuncio desde la firme creencia de que, las guerras, las ganan los poetas, las revoluciones las ganan los pensadores y la regeneración la han de culminar quienes unan y abusan del mundo de las ideas.

De nuevo nubes en el Estrecho y la Primavera que se resiste a comparecer con sus esplendores-resplandores de la naturaleza que renace tras los rigores invernales. Ciclos, periodicidad, binomio, yin y yan y tras la macabra oscuridad de Zapatero y sus siniestros enjuagues la esperanza de un futuro que, como la estación del despertar, parece que no acaba de irrumpir. ¿Y como estará el emperador Botín tras el anuncio de marcha de su presidente favorito?. Supongo que desolado, como todos los grandes bancos que han tenido durante años a los españoles de rodillas y arruinados y como los etarras a quienes se les cierra la etapa venturosa del faisán. Eso sí, en Vitoria les han construido para ellos una cárcel multimillonaria y fabulosa, una especie de colegio mayor con campus para premiarles si son buenos y manifiestan que no quieren asesinar más.

Mientras tanto en Ceuta , en Almería, en los madriles y en tantos lugares de España, los presos comunes, esos “pringáos” que no tienen las manos manchadas de sangre inocente se hacinan en centros penitenciarios de mierda, costrosos y mugrientos y en televisión española nos castigan con series televisivas como “República” manipulando la historia y presentando los años más terribles y sanguinarios de la Historia de España, con cien mil cristianos asesinados y torturados por su fe, en un idílico pastel merengoso de socialistas buenos y derechosos malos, ni una alusión a los terribles sucesos de 1931, cuando las antepasados políticos de “estos de ahora” quemaron iglesias y conventos cometiendo el mayor acto de barbarie artística y cultural de la Historia de la Humanidad desde la quema de la biblioteca de Alejandría. Y lo curioso y lo gracioso es que los gobernantes no han pedido a estas alturas, perdón a los descendientes de los miles de católicos masacrados y por mor de las leyes de una Transición desmemoriada las víctimas tuvimos que soportar el que el asesino Carrillo, el carnicerito de Paracuellos del Jarama, se encaramara a un escaño en toda su gloria y viva hoy una vejez dorada con nombramiento de hijo adoptivo incluido de no recuerdo que lugar ignominioso.

Si el título de este artículo es recordar que tenemos que hacer los deberes lo anuncio desde la firme creencia de que, las guerras, las ganan los poetas, las revoluciones las ganan los pensadores y la regeneración la han de culminar quienes unan y abusan del mundo de las ideas. Ceuta y Melilla no deben tener un papel pasivo y regalón en la etapa que se avecina y que, si el pueblo se hecha a la calle para protestar y exigir elecciones anticipadas y salimos en la CNN, ha llegado ya. El papel de las ciudades ha de trascender y hacerse notar por encima de las reivindicaciones históricas, de las necesarias vacaciones fiscales, de las peculiaridades territoriales y del pregón unánime y necesariamente altivo de nuestra incontestable españolidad. No, hemos de ir más allá y participar por activa y por pasiva en el renacimiento de la nueva España y en el diseño de la nueva Transición.

El gobierno del Partido Popular, cualquier gobierno pepero tiene reservado a las ciudades autónomas el papel de “niñas de sus ojos” y precisamente la cualidad de super-stars de Vivas e Imbroda y las pasiones que levantan allá por donde pasan a nivel peninsular e insular, es lo que compromete a Ceuta y a Melilla a corresponder participando activamente en todo aquello que ideológicamente se menee en Madrid. Hemos de ser el auténtico “laboratorio de ideas” que no ha sabido ser la abolengosa Fundación FAES, ese club apadrinado por el estadista Aznar que se supone que había de ser un hervidero de pensamiento político y sociológico okupado con “k” por mentes pensantes, preclaras y astutas con más conchas que el Camino de Santiago y más “arrascáos” que la esterilla del gato. Pero lo cierto es que tras las pompas y boatos de tres o cuatro actos exclusivos el pueblo llano y soberano no tenemos ni puta idea de qué ha pasado con la Fundación ni qué están opinando y maquinando porque se han convertido en un ente lejano que para nada contacta con la España que madruga, bien para ir a trabajar, bien para ocupar lugar en las colas del INEM. Y esta realidad nos frustra de cara a la estrategia de la regeneración donde sabemos exactamente por donde queremos ir y por donde, no es que no queramos, sino que no vamos a ir porque no nos sale de nuestros santos y arruinados cojones españoles.

Si hay que regenerar o participamos colectivamente en el proyecto o esto puede continuar siendo un churro exclusivista con un lejanísimo Gobierno haciendo y deshaciendo a su antojo y con el inmenso cartel de “reservado el derecho de admisión a los colegas” como consigna. De eso nada, regenerar es cambiar de piel como los lagartos y esa realidad alcanza a los ciudadanos de Ceuta y de Melilla que no estamos dispuestos a asumir el papel estelar de “la muñeca Chochona” de la rifa de feria, sentada en la repisa, querida como premio por todos pero absolutamente inútil y pasiva en su esencia. Niet, que dirías los ruskis en este año de hermanamiento con Rusia, la única esperanza de Occidente, la regeneración ha de ser participativa y nosotros somos infinitamente más y valemos infinitamente para más que para proclamar nuestra realidad transfronteriza, pregonar elegantemente lo del crisol de culturas que es una cosa finísima y muy de “quedar bien” y dejar que nos mimen y nos arrullen por ser vos quien sois escaparate fashion de la Unión Europea en el desdichado continente africano.

La evidencia es que tanto nuestro Vivas como nuestro Imbroda con sus respectivos equipos de pitagorines han de conformar “centrales nucleares de ideas” porque estas ciudades, fecundadas por los vientos de levante, han parido y paren muchos talentos y muchos “cerebrines” para uso y disfrute de España. Hay que hacer los deberes y “estar”, pero no para defender en exclusiva nuestros intereses locales y localistas, sino para achuchar la regeneración, maquinar con los regeneradores, aportar ideas al regeneracionismo y exponer el criterio ceutí y melillense que es sabio y antiguo con el ADN implícito de las primeras piedras de nuestras murallas y fortalezas que dieron hogar y cobijo a las santas imágenes de la virgen de África y de la virgen de la Victoria. Aquí estamos y aquí nos quedaremos, y también nuestros hijos y los nietos de nuestros hijos y los tataranietos del lucero del alba visto desde España.

Queremos que se sepa que vamos a ser y a estar tras el equipo humano que acompaña a nuestros mandatarios en la aventura de la Historia y como somos alumnos aventajados, juramos hacer bien los deberes y los haremos porque lo hemos jurado y nosotros juramos, que no prometemos.
 

¡Más rigor, señores, más rigor!


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

Profesionalmente horrorizados por la vorágine de noticias de dudosa credibilidad y notoria orfandad de rigor periodístico y echando mano del más básico de los manuales de estilo, asumimos sin pestañear todos aquellos principios acerca del rigor informativo del que debemos usar y abusar en todas y cada una de las noticias que se emitan o publiciten. El mantra de esta asunción de reglas es el binomio “contrastar-publicar” con carácter no excluyente, o funciona el binomio o no se escribe.

Y todo ello a raíz de la avalancha-batiburrillo de noticias aparecidas en un periódico local que posteriormente han tenido que ser desmentidas a través de notas de carácter airado por los propios afectados. Consiguiente indicación en tono poco menos que autocoercitivo “Que a nosotros no nos pase” entendiéndose por no publicar nada que motive la posterior rectificación porque ya sabemos que, las rectificaciones de noticias en prensa siempre restan credibilidad al medio emisor y les hace aparecer como poco formales y escasamente rigurosos.

De ahí nuestros comunes afanes por evitar noticias inciertas, especulaciones nebulosas e incluso opiniones bajo un oscuro pseudónimo, porque todo ello a la postre lo único que consigue es hacernos “quedar-mal” y los de esta casa detestan ser “malqueda” y que aparezcan por la redacción más de uno y más de dos sintiéndose agraviados por errores noticiables-noticiosos acusando de informar-desinformando y a base de globos sonda desorientados.

Ejemplo de noticias inciertas el desmentido de Antonio García Gaona cuando publicaron su aceptación a unirse a la aventura política de Vivas, las saltarinas quinielas de nombres de la lista electoral: “que va-que no va” y ahora la ofendida reacción de los profesionales del 112, criticados injustamente a raíz del luctuoso suceso del fallecimiento de un ciudadano. Y es normal que la falta de rigor informativo y el “tremendismo” periodístico de algunos siempre adquiera calidad de tener que realizar una segunda lectura para comprobar si existen quejas, desmentidos o reclamaciones por parte de los “salpicados” por la noticia.

La información es simple información, se recibe la noticia, se contrasta se determina el grado de exactitud y de credibilidad e incluso de realidad y luego se lanza. Por ese orden según las normas y los manuales de estilo y sin obviar ni relegar ningún paso bajo riesgo de equivocarse-equivocar al lector y que luego ese lector tenga que soportar el desmentido del día posterior, con lo que se provoca incertidumbre y se aparece como poco fiable.

Si es noticia es evidencia. Si es reportaje es investigación y contraste. Si es análisis es opinión cualificada. Si es opinión es punto de vista independiente sobre hechos o circunstancias. Cada apartado con sus condicionantes de cara a ofrecer al que quiere informarse una información veraz y serie, siempre respetando el margen de error de cualquier actividad humana, pero subsanando lo subsanable en el momento para no dar imagen de frivolidad periodística ni de pontificar con elucubraciones de cosecha propia que no con realidades contrastables y empíricamente demostrables.

Los errores han salpicado a un diario local en los últimos tiempos, precisamente en la delicada pre-campaña y de ahí los afanes del ático de esta casa por dictar ordenanzas que refrescan lo aprendido en los manuales de estilo periodístico. ¿Ejemplo perfecto de seriedad periodística?. La postura común de los diarios de Ceuta a la hora de tratar la denuncia del sindicato Manos Limpias contra el Centro Penitenciario de esta ciudad. Una noticia que podría haber generado morbo, escándalo y vadarretros, perjudicando de manera ignominiosa a todo un colectivo profesional, venta de diarios y comentarios asegurados. Pero no se publicó, por ética, por decencia y porque no podía contrastarse. Esa ha sido una lección colectiva de periodismo en el que han imperado la rectitud , el rigor y el respeto por el lector. Y como esa demostración de buen estilo han de ser absolutamente todas las informaciones.

Rigurosas y decentes. Hechas con rigor y desde el rigor.
 

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