PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales

 

 

sociedad - MARTES, 5 DE ABRIL DE 2011


Yamal Aomar. fidel raso.

reportaje
 

Ceuta es el único refugio que le queda a un hombre sin patria

En los documentos de Yamal se recoge que nació en la ciudad, sin embargo no se le reconoce la nacionalidad española
 

CEUTA
Virginia Saura

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Después de salir de la cárcel, Yamal quiere terminar su reinserción en la sociedad. Sin embargo, un vacío legal le impide obtener un trabajo. El nació en Ceuta, pero sus antecedentes penales le impidieron conseguir la nacionalidad. Ahora, no es ciudadano de ningún país y debido a sus problemas con la justicia no sabe si le otorgarán el permiso de residencia que le permitiría trabajar y, con los años, conseguir la nacionalidad que hoy le darían por nacer en el país. Su cédula de inscripción de extranjeros refleja como lugar de nacimiento España y como nación Marruecos, pero no está registrado en ninguno de los dos.

No puede salir de Ceuta. No es español, pero tampoco cuenta con ninguna otra nacionalidad. En sus documentos no tiene patria, sin embargo para Yamal, España es la suya. Nació en Ceuta en 1966, al igual que sus cinco hermanos y sus padres. Todos ellos tienen nacionalidad española. Pero Yamal no consiguió la suya, debido a sus antecedentes penales, y ahora se ha convertido en un apátrida.

En 1986 con el inicio de la aplicación de la Ley de Extranjería, la familia de Yamal solicitó la nacionalidad, que si le otorgaron a sus padres y a sus hermanos. “Por ignorancia, hasta ese momento no nos habíamos preocupado por tenerla, a pesar de que todos habíamos nacido aquí”, apunta Yamal que no consiguió la suya por sus antecedentes penales. “Cumplí siete meses de condena en el 85, por ello no me nacionalizaron entonces”, explica. En su lugar le entregaron la Tarjeta de Identificación de Residentes (TIR). Con este documento pudo moverse por todo el país y Europa.

En 1996, Yamal solicitó la nacionalidad por segunda vez. “Me volvieron a decir que no tenía derecho al DNI sino a la renovación de la TIR por deterioro”, explica Yamal, que siguió sin regularizar su situación. Así ha estado hasta hace un mes, cuando Yamal quedó el libertad después de pasar siete años y medio en prisión, a donde volvió en 2003. “Antes de salir empecé los trámites para tener mi documento de identidad, pero sólo me han dado la ‘Cédula de Inscripción de Extranjeros’”, comenta. En ella se refleja España como su lugar de nacimiento, sin embargo como nación figura Marruecos. “No tiene sentido”, se queja este apátrida.

Encrucijada de papeles

Cuando salió de la cárcel Yamal quiso inscribirse en el SPEE (Servicio Público de Empleo Estatal), no para “tener derecho a cobrar el paro” según asegura, sino para poder firmar el contrato que le está esperando para trabajar en la empresa de construcción de su hermana en Ceuta. Sin embargo, para trabajar es necesario contar con un permiso de residencia que, aunque Yamal ha solicitado, es probable que no le otorguen hasta que se cancelen sus antecedentes. Un proceso que podría llevarle cinco años.

No es español, pero tampoco se le considera extranjero. “A los extranjeros se les puede cambiar la pena por la expulsión, pero a mi tampoco me han echado del país”, explica desconcertado.

“Quiero que se me reconozca y figurar como demandante de empleo, porque quiero trabajar”, pide Yamal. “Ahora que he cumplido condena y estoy intentando reinsertarme, no entiendo dónde queda la labor de recuperación del individuo para la sociedad”, concluye confuso, ante una situación que le deja “olvidado”.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto