PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - DOMINGO, 3 DE ABRIL DE 2011

 

OPINIÓN / SNIPER

Marruecos: ¿hacia una monarquía parlamentaria?
 


José Luis Navazo
yebala06@yahoo.es

 

Si la primavera despierta la yebala, con los trinos de los pájaros aleteando por las verdes laderas, también en las ciudades parece que los ánimos se encienden al paso de los días. Hoy parece lícito interrogarse sobre si el joven soberano Mohamed VI goza efectivamente de ese tiempo que con habilidad e inteligencia reclamó el pasado 9 de marzo. Porque en el vecino país los acontecimientos parecen ir cogiendo “carrerilla” y el Manifiesto del 31 de marzo no fue más que el detonante de un estado de ánimo que va extendiéndose por todas las capas de la sociedad marroquí. El pueblo en su conjunto no está pidiendo un cambio de régimen, pero sí como apunta el coordinador del “Manifiesto sobre el cambio que deseamos”, el abogado Jalid Soufiani, un nuevo modelo de Estado, un pacto renovado en el que “el rey reine pero no gobierne”, siguiendo para entendernos la estela del modelo “a la española”.

Entre los firmante del Manifiesto, que con el paso de los días no deja de sumar adhesiones, se encuentran representativas figuras del mundo de la política y la economía, las artes y la abogacía, encabezando el mismo el ex secretario general del Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD), Saad El Othmani, cuya formación política sacudida también por crisis y disensiones internas celebró este fin de semana en Rabat una reunión de su Consejo Nacional.

Mientras, la calle como la primavera no deja de entrar en ebullición: para cuando ustedes amables lectores lean estas líneas, los tetuaníes estarán a buen seguro (esa es la previsión de este sábado por la tarde) manifestándose en la céntrica y popular plaza Primo, actualmente Mulay El Mehdi, con sus reivindicaciones, así como en las principales ciudades y villas de Marruecos, mientras se anuncian similares acciones “de refuerzo” todos los viernes, peculiar día en el que los musulmanes (varones) suelen acudir en masa a seguir la tradicional “jotba” (sermón) en todas las mezquitas repartidas por campos y ciudades, desde el más humilde barrio hasta el más apartado aduar. Esta pasada semana también marcó un hito la concentración del martes, en Rabat y Casablanca, de los trabajadores de la radio y televisión pública que exigían (días antes lo hicieron los fiscalizados periodistas de la MAP, la agencia oficial de noticias) menos censura y una línea editorial que reflejara la “modernidad, democracia, pluralidad y diversidad” del país. El régimen está maniobrando con prudencia y habilidad, pero hace falta más rapidez de reflejos y estos pasan, no hay otra salida, por la dimisión inmediata del Primer ministro Abbas El Fassi y la formación de un gobierno de concentración nacional, que encauce la situación hasta la reforma de la Constitución y la celebración de elecciones anticipadas. Por un lado, el joven soberano Mohamed VI va a tener que elegir entre reformas insuficientes que no aguantarán el rápido paso de los acontecimientos o una alternativa valiente que, manteniendo como es obvio su figura de “Amir al Moumenin” (lo contrario sería un suicidio), le afiance como cabeza simbólica del Estado pero apartado de un gobierno ejecutivo e independiente. Es la hora de la verdad: la de una monarquía parlamentaria querida y respetada por el pueblo. No hay más. Ciertamente no será fácil y es que Marruecos, como un caballo brioso, no es fácil de montar: si se aflojan mucho las riendas, echará una galopada difícil de parar; por el contrario, si se retienen demasiado y se tasca el freno, el caballo se encabritará arrojando a su jinete, más temprano que tarde, al suelo. Mohamed VI tiene la última y soberana palabra. Desde Ceuta, siempre Ciudad Querida, este entrañable rincón de tierra española en el norte de África, ¡suerte y coraje, Majestad!.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto