El Teatro Auditorio del Revellín acogió ayer la
representación de la obra de teatro ‘Los ochenta son
nuestros’, un retrato generacional, escrito por Ana Diosdado,
que cuenta la historia de un grupo de jóvenes, que, tras un
crimen, se ve obligado a madurar de repente en mitad de una
Nochevieja que no olvidarán.
Inquietudes, angustia, desesperanza... pero también
ilusiones y sueños. De todos estos sentimientos habla ‘Los
ochenta son nuestros’ una obra de teatro escrita por la
dramaturga Ana Diosdado que ayer se representó con gran
éxito en el Teatro Auditorio del Revellín.
Las vidas de José, Cris, Rafa, Laura, Chus, Mari Ángeles,
Juan Gabriel y Miguel se entrecruzan en una época de muchos
cambios y también de grandes problemas. Para esta adaptación
se ha confiado en un gran plantel de actores, muchos de
ellos conocidos por sus trabajos en la pequeña pantalla.
Ese es el caso de Antonio Hortelano, quien encarnó hace unos
años a ‘Quimi’, uno de los estudiantes de la serie
‘Compañeros’. Además de él, tambien llegaron ayer a Ceuta,
Natalia Sánchez, conocida por su papel en ‘Los Serrano’ o
Gonzalo Ramos, actor de ‘Física o Química’. Un valor añadido
para atraer a espectadores, reconoció la autora del montaje,
Ana Diosdado. Completan el reparto Blanca Jara, Borja Voces,
Claudia Molina, Álex Barahona y Juan Luis Peinado.
A pesar de ser una nueva adaptación la esencia se ha
mantenido: jóvenes en constante cambio social. La historia,
una comedia con tintes dramáticos, fue estrenada por vez
primera en el año 1988. La adaptación que anoche llegaba a
Ceuta está dirigida por Antonio del Real y fue estrenada en
Madrid a finales del pasado año. Desde entonces el éxito les
ha acompañado.
La obra se inicia con la canción ‘Cosas de la edad’ del
grupo Modestia Aparte. Un tema utilizado en otros momentos
de la representación y que simboliza muy bien el significado
de la historia, en donde se mezclan temas como el sexo, la
política, la muerte y, especialmente, lo que representa la
juventud.
La acción se sitúa en una noche de fin de año. Momentos de
fiesta en el que, sin embargo, se produce un crimen que
cambia para siempre la vida del grupo protagonista. Sin
embargo, la obra concluye con una frase muy esperanzadora,
“el futuro es nuestro”.
Ayer el espíritu de los años ochenta volvió a estar
presente, esta vez en Ceuta. El público se fue satisfecho de
la representación. Hasta el próximo mes de junio el Teatro
Auditorio del Revellín será el lugar en el que se lleven a
cabo varias representaciones teatrales, algunas de ellas tan
esperadas como ‘La cena de los idiotas’, con Josema Yuste.
Además, el grupo ‘Nena Daconte’ también tiene previsto
actuar en el complejo cultural. Sin embargo, el plato fuerte
llegará de la mano de Ángel Corella y su ballet, con ‘El
lago de los cisnes’.
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Ana Diosdado, un valor seguro para las tablas ceutíes
Tras la gran acogida que tuvo
‘Olvida los tambores’ hace unos años, la Consejería de
Cultura ha vuelto a apostar por una obra de la escritora Ana
Diosdado. ‘Los ochenta son nuestros’ partió de un libro, de
idéntico título. La primera de las representaciones fue
“difícil”, tal y como explicó Diosdado a EL PUEBLO, “era
complicado encontrar a actores jóvenes que tuvieran la
calidad suficiente”. Costó tiempo y mucho esfuerzo pero
gracias a la implicación de Pedro Larrañaga y su hermana
Amparo se pudo llevar a cabo el proyecto, “Pedro vendió una
moto, Amparo sus joyas y la acabaron produciendo ellos”. Sin
embargo, “la vida les premió porque tuvo mucho éxito, aunque
fue una apuesta muy arriesgada”. Aunque han pasado los años,
muchos de los problemas de esos jóvenes de la década de los
ochenta son los mismos que viven los de la actualidad. Aún
así, Diosdado considera que les ha tocado vivir una “época
muy interesante”. La genial dramaturga, autora varias obras
y adaptaciones, repasó su trayectoria, como actriz y
escritora, además de explicar la importancia que ha tenido
el teatro en su vida, “para ser actor de teatro más que
salud, lo que hace falta es ser un atleta”, reconocía. “Se
dice que tiene veneno, es una ceremonia ancestral porque es
un convivencia con el público y muy difícil de explicar para
los que no están metidos en él”. Tras varios años apartada
de la interpretación, Diosdado confesó que le habían
ofrecido un papel, “es una obra que me encanta y seguramente
la haré”.
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