Guillermo Martínez no ha llegado a la política por
casualidad, tiene vocación de representar a sus
conciudadanos, por eso cuando Juan Vivas contó con él la
primera vez para formar parte de su equipo de colaboradores
más cercanos no se lo pensó y dejó su puesto en Procesa,
donde el presidente de la Ciudad le había conocido
trabajando para embarcarse en una labor en la que todavía le
ilusiona seguir. En esta entrevista, repasa algunos de los
principales asuntos que le han tenido ocupados al frente de
la Consejería de Economía y Empleo, entre ellos, la defensa
de los intereses de Ceuta en el ámbito europeo, la propuesta
de reforma del REF o la negociación para el abaratamiento
del transporte marítimo.
Pregunta.- Los datos de convergencia de Ceuta tanto con
el resto del país como con Europa vienen siendo positivos
durante los últimos años. ¿Cómo los valora?
Respuesta.- Creo que en los últimos 10 años se ha producido
un importante acercamiento con las rentas medias de España y
de Europa y que hay varios factores que han influido de
manera positiva en ese acercamiento. Por un lado está la
importancia de la participación del sector público. Nunca lo
hemos negado y no tenemos por qué avergonzarnos porque es
una condición vinculada a Ceuta históricamente la
participación del sector público en nuestra economía. Hoy
por hoy viene siendo aproximadamente un 45% del Producto
Interior Bruto (PIB) local, consecuencia de la acción de las
administraciones públicas, tanto la autonómica como la
nacional.
P.- ¿Hay otros parámetros que puedan tener esa lectura
positiva?
R.- La evolución de Ceuta ha sido muy positiva, como una de
las regiones con mayor crecimiento, al margen de que no es
sólo en las cifras del PIB, sino que también se refleja en
la afiliación a la Seguridad Social, con un aumento muy
superior a las medias nacionales, del 24% en los últimos
diez años. Eso es consecuencia de una evolución positiva de
la economía y el aumento del PIB tiene un efecto directo en
la creación de empleo.
P.- ¿Y puede atribuirse en gran parte a la acción de las
administraciones públicas, aunque la local no tenga
competencia en empleo?
R.- Sí, la participación de las administraciones públicas en
general no sólo es el hecho efectivo de los planes de
empleo, sino la inversión pública, el incremento en los
servicios públicos, intentando dar cada vez más servicios y
de más calidad, tanto en limpieza como en servicios
sociales, policía, educación..., todo eso repercute en el
PIB.
P.- Los datos de evolución económica son buenos, pero unidos
al “efecto estadístico” (derivado de la incorporación de
nuevos países a la UE), le han hecho caerse de la lista de
beneficiarios de algunas ayudas. ¿Por qué sigue siendo
necesario mantenerlas y, más aún, que sean estables?
R.- En efecto, hasta ahora las ayudas y fondos asignados a
Ceuta y Melilla han estado íntimamente vinculados a los
niveles de convergencia en cuanto a la renta europea y al
PIB per cápita. El objetivo es que ese no sea el criterio a
seguir para Ceuta y Melilla, o al menos no el único, y creo
que es legítimo porque somos las únicas regiones en las que
concurren una serie de condicionantes estructurales todos a
la vez y de manera directa, como la insularidad, una escasa
superficie, alta densidad de población, orografía complicada
y fundamentalmente el hecho fronterizo. Ceuta y Melilla son
los únicos territorios de la UE que tiene una frontera en
África y estos condicionantes justifican que, al margen de
cuál sea su renta per cápita y su PIB per cápita, tengan un
tratamiento singular. Tampoco es algo específico de las dos
ciudades, porque hay otros territorios de la UE, como las
regiones ultraperiféricas, las montañosas, las escasamente
pobladas o las extremadamente aisladas, como el norte de
Finlandia o de Suecia, en las que se produce esa
singularidad y que sí tienen un tratamiento específico, que
se refleja en un mayor nivel de inversión o ayudas. Nosotros
aspiramos a lo mismo. Hay servicios e infraestructuras,
sobre todo en las barriadas limítrofes con la frontera, que
todavía quedan por desarrollar y nuestra economía en un
porcentaje muy amplio, como decía aproximadamente en la
mitad, depende del sector público.
P.- Una de las barriadas a las que se ha referido, el
Príncipe, ha sido especialmente beneficiada por estas
ayudas, ¿cómo ve su efecto?
R.- Creo que el Plan Especial del Príncipe empieza a ser una
realidad, se cuestionaba si lo que se iba a hacer era o no
real y si iba o no a tener validez. Yo creo que las dos
cosas se han confirmado de manera rotunda, primero que se ha
llevado a cabo una inversión tangible, con un importe
cercano a los 17 millones de euros sin contar la repercusión
de las viviendas construidas en Loma Colmenar en cuanto a
realojos de vecinos de la barriada. Además creo que son
infraestructuras bien elegidas, que forman parte de un plan
integral, diseñado por el arquitecto municipal, Javier
Arnáiz, y que aglutina la mejora de las infraeetructuras y
viales de toda la barriada. Me parece que las actuaciones
que se han acometido han tenido un impacto real en la
calidad de vida de los vecinos y aunque indudablemente queda
mucho por hacer, este es el camino y precisamente por eso es
fundamental el mantenimiento de las ayudas europeas.
P.- ¿Es optimista respecto a las posibilidades de lograr
este objetivo, de que el Gobierno de la Nación lo transmita
y la UE sea sensible?
R.- En primer lugar estoy convencido de que existe voluntad
política por parte de los dos grupos parlamentarios
mayoritarios de ámbito nacional, tanto el Partido Popular
como el Partido Socialista. Pero en segundo lugar, sí que
considero que será importante saber el peso específico que
España desempeñe en esa negociación cuando lleguen los
momentos claves y mucho me temo que el peso específico que
ahora mismo pueda tener España no sea quizá el más idóneo
para conseguir las legítimas pretensiones de Ceuta y
Melilla. En definitiva, creo que un cambio de gobierno a
nivel nacional sería beneficioso a la hora de defender la
causa de Ceuta y Melilla en las negociaciones que se
llevarán a cabo en los Consejos de Europa entre los
presidentes de Gobierno de todos los países de la UE.
P.- Aparte de las ayudas europeas, hay otro gran tema
económico pendiente, la reforma del Régimen Económico y
Fiscal. ¿Que posibilidades ve de que salga adelante y qué
calado tendría?
R.- Esta es una pretensión antigua de este Gobierno. El REF
es un instrumento fundamental para fomentar la actividad o
el tejido productivo privado en nuestra ciudad, tanto para
captar nuevos inversores como para garantizar la solvencia
financiera de los que ya están. En consecuencia, ese
instrumento, que es histórico, que data del siglo XIX y que
ha sido reflejado en los distintos regímenes políticos que
ha tenido el país, siempre se ha respetado. Es un elemento
clave que requiere por un lado defender lo que ya tenemos,
los empresarios nos reclaman de manera constante la
necesidad de defender el vigente REF ante las
interpretaciones que se suelen hacer desde la Administración
Gseneral del Estado y desde las instituciones comunitarias
en relación con las especificidades de Ceuta. En segundo
lugar aspiramos a mejorarlo, a intensificar las
bonificaciones y los incentivos vigentes. La expectativa de
nuevo es la misma, también con datos objetivos, es en las
épocas de gobierno del Partido Popular cuando se han
producido las principales medidas, o las únicas, con impacto
en el REF. Ahí están las bonificaciones a las cuotas a la
Seguridad Social, que se establecieron siendo José María
Aznar presidente de Gobierno y que ciertamente han sido
prorrogadas por los gobiernos socialistas pero que no han
sido mejoradas pese a que así se aprobó en la Asamblea con
el respaldo del Partido Socialista. También fue con un
gobierno popular cuando se consiguieron de Europa las
mejores cifras de inversión para la ciudad.
P.- Hay sectores en los que se ha hecho especial hincapié,
como es el caso del Turismo, área que depende de su
consejería y que tiene dificultades de desarrollo. ¿Qué
avances generales se han dado?
R.-Siempre lo he dicho, que el turismo en Ceuta tiene
recorrido y que se dan muchos factores para que su peso en
nuestra economía pueda ser mayor. Pero también siempre he
dicho que Ceuta no va a poder vivir del turismo, no somos
las islas Canarias, ni Baleares ni la Costa del Sol, pero sí
que debe tener un peso específico. En los últimos años se
han dado algunos pasos importantes, fundamentalmente en la
colaboración público-privada, que para nosotros, el Partido
Popular es imprescindible. Nosotros tenemos que intentar
poner los mimbres, y ahí es donde está como ejemplo el
impulso del Centro Comercial Abierto y otra iniciativa
tremendamente interesante como es la Estación Náutica, y un
tercer hito, la constitución de la Ceuta Convention Bureau,
un consorcio público-privado que intenta utilizar como
plataforma para los congresos el Teatro-Auditorio del
Revellín. En el transporte marítimo nuestra pelea en el seno
de la comisión de Fomento esperamos que tenga un efecto
práctico cuando entre en vigor el nuevo contrato y que
suponga una rebaja de las tarifas. También se han firmado
acuerdos para la bonificación del transporte de familiares
de residentes y de ex-residentes que han tenido bastante
impacto. Las cifras del INE acreditan que ha habido una
evolución positiva, aunque queda un gran recorrido por
hacer, no sólo en ferias, donde hemos incrementado nuestra
presencia, sino también a nivel de publicidad y de
repercusión meditática en positivo.
P.- ¿Cómo avanzar con las actuales condiciones del
transporte?
R.- Por supuesto queda salvar definitivamente este escollo,
y que venir a Ceuta no se convierta en el peaje más caro de
toda España, y finalmente desarrollar la infraestructura
hotelera. En lo que estamos trabajando en la posibilidad de
preparar una parcela municipal, entendiendo que ese es el
gran hándicap para que se desarrolle la infraestructura
hotelera, la carestía del metro cuadrado de suelo, para que
se pueda acometer esa iniciativa. En estos momentos la
parcela está elegida, el anteproyecto dibujado y se
encuentra en fase de estudio arqueológico, al ser una
parcela situada en plena Almina, como sabe entre Víctori
Goñalons y Gran Vía.
P.- Respecto al fruto de la negociación del transporte, la
rebaja se hará no sobre las actuales ofertas, sino sobre los
límites del actual contrato ¿Cree por tanto que tendrá un
efecto real en los precios?
R.- Nuestra aspiración era en tres líneas, y estamos
relativamente satisfechos con lo conseguido. Una era el
abaratamiento del precio de manera razonable. Nuestra última
propuesta fue que no se superara la barrera psicológica de
los 20 euros para el billete del pasajero turista, no
residente. No se ha llegado a esa cifra, aunque también hay
que reconocer que es un momento de dificultad económica para
todo el mundo, incluidas las administraciones, con lo que
era difícil llegar a esa cifra, pero nos hemos quedado en
los 26 o 25. Ha habido no obstante una rebaja que tendrá
repercusión, aunque no era ese el único objetivo, también
nos preocupaba la necesidad de garantizar la prestación del
servicio. El contrato que está actualmente vigente tiene un
número de rotaciones máximo de tres en verano y dos en
invierno. Si por cualquier circunstancia, que no deseamos ni
esperamos, se cayera el tránsito en el Estrecho porque a las
compañías no les interesara mantenerlo, el contrato exigía
sólo eso, lo que sería volver a una situación de los años
60. En el nuevo, los viajes mínimos serán siete en verano y
nueve en invierno, lo que nos da cierta tranquilidad. La
tercera preocupación era garantizar la calidad de las
embarcaciones, que creo que también se garantiza, con dos
tipos de buques, uno de ellos rápido pero de unas
características que le permitan prestar ese servicio incluso
con levante fuerte.
P.- El tema de los planes de empleo han surgido al principio
de la conversación, ¿cuál es su eficacia?
R.- Los planes tienen un papel importante porque significan
inyectar renta y que haya familias que perciban una
prestación y con una contraprestación a la sociedad con su
trabajo. Ahora bien, lo ideal sería que no hicieran falta,
que fueran un instrumento muy residual en las políticas de
empleo, y hoy tienen un protagonismo esencial. Pero el
incremento en las listas del paro que se ha producido en los
últimos años y que es probablemente la peor noticia de esta
legislatura y la mayor preocupación de una parte importante
de los ceutíes también viene condicionado por determinados
factores. Es curioso que se haya incrementado el número de
personas inscritas en el paro mientras crece también el de
inscritos en la seguridad social, es decir, no ha habido
destrucción de empleo en general; hablando goblamente ha
habido más personas trabajando de las que había hace cuatro
años. Desde mi modesto punto de vista esto coincide mucho
con la evolución de la población, Ceuta la ha incrementado
en los últimos años en 5.000 personas, la mayoría
procedentes de la península y del resto de Europa, que como
consecuencia de la crisis económica y de la destrucción de
empleo, allí sí, han decidido venirse a sus lugares de
origen o cerca y se han dado de alta en Ceuta como
demandantes de empleo. Pero bueno, sea cual sea el motivo de
por qué hay 10.000 personas demandando trabajo en el INEM,
el objetivo del gobierno, aun no teniendo las competencias,
es intentar reducir esa cifra de manera ostensible y que
esas personas encuentren trabajo.
P.- En su visita a Ceuta el comisario europeo de Política
Regional hizo hincapié en la necesidad de fomentar la
formación.
R.- Sí, un análisis de las personas inscritas en el INEM
revela conclusiones muy específicas de Ceuta. La cifra de
personas sin estudios es sensiblemente superior en términos
relativos a la que se produce a nivel nacional, así como la
de mujeres o la de personas sin empleo anterior... Eso nos
dice un poco cuál es el perfil de nuestros demandantes de
empleo y ahí la salida que tienen, cuando hay baja
cualificación, es o la formación o los planes de empleo.
P.- Respecto a su posición en la lista del PP y a las
expectativas para las elecciones y para su futuro político,
¿qué podría decir?
R.- En cuanto a la lista, estoy encantado de formar parte de
ella y de que el Partido Popular haya querido darme la
oportunidad de estar en la Asamblea de la Ciudad en caso de
que las elecciones aporten esos resultados. Mis aspiraciones
políticas están más que colmadas con haber formado parte del
Gobierno de la Ciudad y no existe otra que seguir trabajando
al servicio de Ceuta y formar parte, si así lo considera él
oportuno, del equipo del presidente más valorado de España.
Es un honor representar los intereses de los ceutíes y de
estos cuatro años me llevo un balance tremendamente
positivo; he aprendido mucho porque Juan Vivas al margen de
ser una gran persona, como gestor es indudable que tiene una
capacidad para resolver problemas de la que todos aprendemos
todos los días. Si la experiencia de ser consejero es
apasionante y la de representar a tu pueblo en defensa de
sus intereses es apasionante, trabajar con Juan Vivas
también lo es.
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