Cada vez está mas cerca el mes de
mayo, mes de elecciones, donde los partidos preparan sus
listas eligiendo para ello, me supongo yo, lo mejor que se
le pueda ofrecer al pueblo de personas preparadas y que, en
definitiva, puedan aportar algo que beneficie a nuestra
tierra.
Apostar por personas, con una mala preparación, conocidas en
sus casas a la hora de comer, y que jamás han aportado nada
a esta sociedad, es uno de los mayores errores que se pueden
cometer en política, pues las lanzan se pueden volver cañas
dándole donde más les duele al partido que haya elegido,
para llevar en sus listas a esa clase de personas que nada
han aportado a la sociedad ceutí y que, por supuesto, nada
van a aportar. No se le puede pedir peras al olmo.
Algunos partidos intentarán llevar personas independientes,
es decir que no pertenezcan a ningún partido, en sus listas
mostrando, de esa forma, al menos así lo creen ellos, su
talante democrático. Otro error político que también traerá
consecuencias al partido que lo realice, por la sencilla
razón de que habrá un cabreo generalizado entre los que
pertenecen al partido y, con toda justicia, esperaban ir en
esas listas antes de los que se llaman independientes.
Sin embargo hay que reconocer, porque es justo hacerlo, que
algunos de esos independientes han cumplido perfectamente la
labor encomendada por el partido. Mostrando una gran
capacidad de trabajo y entrega, que les hace merecedores de
volver a repetir en la próxima legislatura. Aunque como
decía la sabia de mí abuela: “de esos cocos, pocos”.
La lucha por ocupar un número en las listas, de los
diferentes partidos que participan en estas elecciones del
mes de mayo, es titánica entre los que aspiran a estar en
las mismas.
Algunos se consideran incluso con méritos más que
suficientes, para desbancar de los primeros lugres a quienes
van a repetir por la buena gestión que han realizado durante
cuatro años al frente de su consejería.
Otros no hará falta que le digan que no van a ir en esa
lista, porque su labor, al frente de su consejería ha dejado
mucho que desear a los ojos del manda de turno.
El problema que se les presenta a los que tienen que
realizar la lista de los veinticinco que irán camino de
ocupar un sillón de la Ciudad Autónoma, es que nunca llueve
a gusto de todos y, por supuesto, habrá muchos descontentos
que verán truncadas sus ilusiones de ocupar un puesto en esa
lista que han confeccionado.
Pues incluso que por culpa de esa lista, más de uno le diga
adiós al partido en el que esta militando, por creerse
traicionado por su propio partido. Por eso, a la hora de
elegir a esos independientes que algunos partidos van a
llevar en sus listas, se tendrá que hacer con sumo cuidado.
Ya que llevar en ellas a personajes, que el pueblo más que
personajes considera personajillos de poca monta que a nadie
interesa, no sólo va a llevar consigo el cabrero de los que
pertenecen al partido, sino de muchos votantes que no
comprenderán la elección de estos personajillos de medio
pelo. El que avisa no es traidor.
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