“Estamos abandonados en el tema de viviendas sociales”. Con
esta frase, el consejero de Fomento, Rafael Marín, resumió
la falta de actuación del Gobierno central en cuanto a la
construcción de VPO en Melilla, a pesar de haber firmado en
diciembre de 2007 un convenio por el que se comprometía a
construir 600 viviendas con una inversión de 48 millones de
euros.
La vivienda centró la primera de las interpelaciones
presentadas por el Grupo Socialista, que quiso rechazar así
la política de vivienda que está llevando a cabo la Ciudad
Autónoma. El portavoz del PSOE, Dionisio Muñoz, criticó que
la empresa pública Emvismesa haya llevado a cabo pequeñas
promociones de VPO en solares comprados a privados, algo
que, según dijo, encarece el precio final de las viviendas
hasta hacerlas inaccesibles para las familias con escasos
recursos económicos y con necesidad de comprar una casa.
Afirmó que las condiciones de compra que establece Emvismesa
para optar a estas viviendas tampoco ayudan a estimular su
venta, dado que los adjudicatarios deben pagar primero una
entrada del 20 por ciento del total y el 80 por ciento
restante mediante una hipoteca, cantidades prácticamente
inasequibles para unos pisos cuyos precios se encuentran
entre los 150.000 y 180.000 euros.
Según dijo Muñoz, eso es lo que ha provocado que en la
actualidad Emvismesa aún no haya vendido parte de las
viviendas que ha finalizado en esta legislatura, lo que en
su opinión responde a una mala gestión de la Ciudad Autónoma
en esta materia, pese a suponer un importante gasto de
recursos públicos. De igual modo, reprochó a Emvismesa que
en los últimos años no haya preparado un buen terreno para
construir una gran promoción de viviendas públicas, lo que
en su opinión, contribuiría a reducir el precio.
Ante los argumentos socialistas, el Gobierno local respondió
basándose en el convenio de vivienda firmado entre la Ciudad
Autónoma y el ya extinto Ministerio de Vivienda en diciembre
de 2007, que está aún sin aplicar porque no se han
construido las 600 VPO comprometidas por un valor de 48
millones de euros.
Por contra, Emvismesa ha construido ya 97 viviendas, de las
que 41 han sido vendidas, según explicó el consejero de
Fomento. El resto están sin propietario porque los
adjudicatarios no logran que se les conceda una hipoteca.
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