Cuando le manifesté que sin datos
del Juzgado ni de las Previas en este diario no se publica,
porque somos anti-morbo y está por medio la honorabilidad y
el prestigio de un colectivo profesional, ese tipo me
emplazó a que al día siguiente me aportaría todos los datos
. Y nunca más nos volvió a coger el teléfono.
En efecto. En este periódico teníamos el asunto de la
presunta “corrupción” en la cárcel de Ceuta denunciado por
el sindicato “Manos limpias” desde hace semanas. Congelado.
En primer lugar porque nos pareció atípico el que una
“denuncia” de tamaña envergadura se encontrara publicitada
en una página web. Máxime cuando la “denuncia” había sido
presentada ante el Fiscal General del Estado y en ella se
acusaba a funcionarios y directivos de la prisión ceutí de
un gran número de delitos, todos ellos muy graves cometidos
en el desempeño de sus funciones.
Lógicamente contacté con el secretario general de Manos
Limpias, Miguel Bernad que, en principio me atendió
amabilísimamente y encantado en apariencia de que en este
periódico nos hiciéramos eco de las fulminaciones de su
sindicato contra el Centro Penitenciario de los Rosales. El
tema muy morboso, funcionarios corruptos que pasaban drogas
y bebidas a los internos, funcionarios más corruptos todavía
que recibían pagos en especie, sexo y comilonas,
manifestación textual de que “se venden los permisos” por lo
que se presume la corrupción de las Juntas de Régimen y de
Tratamiento y el Gran Jefe Supremo de los corruptos, el
director del centro. ¡Que curioso e interesante!. Cuando le
comuniqué al tipo que era un gran escándalo pareció feliz,
pero cuando le pregunté las razones de una iniciativa tan
extraña como es la de interponer directamente una “denuncia”
ante el Fiscal General del Estado cuando, por el Principio
de Territorialidad de la Ley Penal la denuncia tenía que
haber sido presentada ante la Fiscalía de Ceuta que es la
competente, el tío titubeó y ya parecí gustarle menos.
Presiento que dejé de gustarle de forma definitiva cuando le
interpelé: “Pero, ¿Cómo es que presentan una denuncia y en
Madrid?. El tema es de presentar una querella criminal y en
Ceuta. ¿Es que no tienen ustedes abogados?. ¿Es que sus
abogados no les aconsejan en términos jurídicos sobre como
plantear los asuntos?”. Más titubeo, respondió que sí, que
“ellos” tienen a “muchos” despachos de abogados, pero que no
me podía facilitar ni nombres ni teléfonos porque no los
recordaba, que “eso” otro día y que sí, que ya iban a
presentar una querella.
Perfecto “Señor Bernad, ¿ha sido admitida la denuncia a
trámite?. Supongo que sí porque ustedes la tienen publicada,
pero para nosotros publicar me tiene que dar el número de
las Diligencias Previas que se han incoado y el número del
Juzgado donde se están instruyendo. Por cierto, ¿se han
inhibido ya al Decano de Ceuta?”. Bueno, “él” no sabía nada
de número de Diligencias ni de Juzgados y menos aún de
inhibiciones por cuestiones de competencia, ignoraba incluso
hace un par de semanas si existían Diligencias aunque me
aseguró que había “una investigación” porque tenían a “un
testigo protegido” y “muchas pruebas”. Opino que yo había
dejado de serle simpática al Secretario General de Manos
Limpias y que a esas alturas me consideraba una impertinente
odiosa. “Pero señor Bernad, si hay una investigación, esta
será secreta porque en estos casos se ordenan intervenciones
telefónicas entonces, ¿cómo es que publica su denuncia en
internet?. ¿Para avisar a ‘los malos’?”. Cuando le manifesté
que sin datos del Juzgado ni de las Previas en este diario
no se publica, porque somos anti-morbo y anti-escándalo y
está por medio la honorabilidad y el prestigio de un
colectivo profesional, ese tipo me emplazó a que, al día
siguiente me aportaría todos los datos que necesitábamos
poco menos que para “crucificar” a todos los del Centro
penitenciario ceutí. Y nunca más nos volvió a coger el
teléfono de la redacción. No solo eso sino cuando Cristina
que borda los sucesos le llamó desde otro número y reconoció
su voz, le colgó.
Como presumo de ser algo intuitiva me figuro las
abominaciones que nos lanzaría por ser tan “legalistas” y
“garantistas” y por no estar dispuestas a caer en
difamaciones ni a destrozar la reputación del personal de
Los Rosales. ¿Por qué íbamos a hacerlo?. El Secretario
General del sindicato, que me pareció más bien un Gran Gurú
de los Mamarrachos, acusó de “vender permisos” sin
molestarse en constatar que, en la cárcel ceutí, la
concesión de permisos por la Junta de Régimen previo informe
favorable de la Junta de Tratamiento, es algo excepcional y
prácticamente todas las peticiones acaban recurridas ante el
Juez de Vigilancia Penitenciaria. Podría decir que, para los
permisos, que son el aire que respiran los internos, la
prisión de Ceuta es, no mala, sino “muy mala”. Pero peor es
el Mamarracho jefe de manos Limpias cuando acusa sin pruebas
consistentes, cuando se equivoca y pone una denuncia en
lugar de una querella y cuando se equivoca otra vez y como
va “buscando hacer ruido” se dirige al Fiscal General en
Madrid y no a un juez o a un fiscal en Ceuta.
Y no es que los de Manos Limpias no me parezcan unos tipos
muy kamikazes, lo que para mí es meritorio en cualquier
circunstancia, pero la inseguridad del Secretario General,
su desconocimiento supino del asunto, su ignorancia total de
la situación legal de su propia iniciativa, el hecho de que
no le hubieran ni llamado a declarar y su afán por llevar
adelante la iniciativa con un funcionario de prisiones
ofuscado en el papel de “denunciante anónimo”, todas esas
circunstancias rocambolescas más el desequilibrio evidente
que palpé en las respuestas de Miguel Bernad, me llevó a
plantearme si estaría no ante un Secretario de un sindicato,
sino ante una patología psiquiátrica de tendencia
absolutamente histriónica. Les garantizo que, tras la
charla, lo que si puedo asegurar es que a ese tío de Manos
Limpias no es la persona a la que yo le compraría un coche
de segunda mano.
La ofuscación de ese justiciero sería sin duda el comprobar
que, este equipo, no publica ni denuncia sin datos fiables y
pruebas consistentes. Porque no nos va el rollo de la
difamación, por el tema de los valores éticos, ni el de la
calumnia por el tema de la más elemental prudencia a la hora
de que nos planten una querella que nos caguemos, con perdón
de la aseveración.
¿Mi opinión? Pues que, en casi todas las cárceles y en el
entorno carcelero, puede existir algún “trajincillo” muy
esporádico y muy puntual a modo de excepción que confirma la
regla de que los funcionarios de prisiones son unos de los
colectivos profesionales más valorados de España. Que son
unos tíos de puta madre. Y que la buenísima fama que tiene
nuestro sistema penitenciario por la humanidad que lo
impregna es reconocida a nivel mundial. ¿Y la cárcel de
Ceuta?. Considerada junto a El Acebuche almeriense una de
las más difíciles y precarias de España hace que se
considere a su Director, a sus Subdirectores y a sus
funcionarios, poco menos que unos héroes por conseguir
trabajar en “esas” condiciones.
Si lo que afirma el Manos Limpias en su denuncia es cierto,
que hubiera publicado las pruebas y los datos del
procedimiento incoado entonces hubiéramos ido a dar “el
machaque” pero mientras tanto que no cuenten con nosotros
porque ni nos va ese mal rollo ni hemos ido jamás por ahí.
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