Me llamo Francisco Blanco Batista, Quino para todos mis
amigos, casado, padre de tres hijos y me dedico al negocio
hostelero. Soy restaurador de profesión y presidente actual
de la Sociedad de Tiro de Pichón de Ceuta. Regento tres
negocios de hostelería en nuestra ciudad, trabajo que me
ocupan muchísimo tiempo y dedicación.
Muchas veces me han preguntado porqué llevando el trabajo
tan sacrificio que llevo, me comprometo con actividades de
este tipo que necesitan dedicación, lucha y constancia,
afectando en algunas ocasiones el pan de mis hijos por
tenerme que enfrentar con los organismos en un afán por
defender y solucionar todos los problemas que se generan por
la situación en la que se encuentra nuestra sociedad de Tiro
de Pichón que está a punto de ser borrada de la historia de
nuestra ciudad.
Para mí, la Cinegética y todo lo vinculado a este amado
deporte es algo que desde niño llevo en mis genes, es una
herencia recibida de mi abuelo Paco Blanco que pasó a mi
padre y que mi padre me trasmitió a mí. La caza es una
manera de ser y entender la vida, no me imagino dejar de
hacerlo, me traicionaría.
Tengo unos bellos recuerdo de mi niñez retenidos en el
subconsciente que explosionan creando un arco iris de
situaciones, gestos, olores, sabores, sentimientos, nombres
y un sentido profundo de la amistad, cuando siendo muy
pequeño acompañaba a mi padre a los campeonatos de tiro que
organizaba la ciudad en sus fiestas Patronales en las
canchas de Punta Bermeja. Allí se reunían un grupo
importante de personas de todas las nacionalidades y de toda
clases social, creando un clima de convivencia y distinción
que le daba a nuestra ciudad esa pincelada cosmopolita de
ciudad joven, abierta, moderna, accesible y lugar de
entretenimiento y ocio, resaltando como punto de interés el
gasto sustancioso que hacían estas personas en los
establecimientos de nuestra ciudad los tres días que
permanecían en ella.
Evoco en mi recuerdo a personas entrañables que ya no se
encuentran entre nosotros: General Galera Paniagua, Don
Fernando Campi Capriles, Don Rafael Rubio, Don Francisco
Vallecillo, Don Adolfo Blanco, Don Ernesto Valero, y otros
muchos que tanto hicieron por la Sociedad y que tanto amaron
este deporte.
Hoy con tristeza me dirijo al pueblo de Ceuta a través de la
prensa escrita para pedir su solidaridad y apoyo para
enternecer los corazones de aquellos a los que les
corresponda y no tengamos que ver morir algo tan nuestro
como ha sido la Sociedad de Tiro de Pichón de nuestra ciudad
durante más de cincuenta años.
No pedimos dinero, sabemos los tiempos que corren y en la
situación de gastos que se encuentra nuestra ciudad, pedimos
apoyo para que nos ayuden a desarrollar un plan emergente y
construir una cancha autorizada para el tiro y poder seguir
disfrutando de este precioso deporte.
Por favor no dejemos morir nuestra Sociedad. En Ceuta hay
una gran afición que se merece que los responsables hagan un
gran esfuerzo por salvar algo que ha sido siempre tan
representativo en nuestra ciudad.
Sin otro particular y con el deseo de que esta petición no
caiga en saco roto y recibamos las ayudas necesarias para
salvar nuestra Sociedad, se despide agradecido este cazador
que echó sus clientes en las canchas de Punta Bermeja y que
sueña que las nuevas generaciones de aficionados puedan
seguir disfrutando de estas dependencias.
P.D: Siguiendo los pasos de la Sociedad de tiro de Gran
Canarias que han podido salvar sus canchas de un problema
similar, se está elaborando un proyecto donde unas lonas
protectoras evitarían la caída de plomos al mar y carretera
que es el origen del problema y situación por la que nuestra
sociedad se encuentre cerrada al tiro.
* Presidente de la Sociedad Tiro de Pichón de Ceuta
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