Cuál ha podido ser el motivo de la
ausencia del número tres de la candidatura de Caballas de la
mesa presidencial?. Resultaba al menos chocante que la
presentación de la candidatura no estuviera representada por
los tres primeros puestos de la Coalición, a saber, Mohamed
Alí, Fatima Hamed y Juan Luis Aróstegui, eso es lo habitual
en todos estos actos semi-institucionales donde se da a
conocer la lista de personas que concurrirán a las
elecciones. Lo manda el protocolo y lo espera el electorado.
Tal vez las diferentes polémicas que han marcado la andadura
de esta atípica coalición han motivado que decidieran
“ningunear” de alguna manera al número tres de Caballas y
número uno de su partido en el grupo, sustituyéndole el
secretario general Ivan Chaves que realmente por el número
que ocupa en la candidatura no tenía ninguna razón para
presidir. ¿Apaño forzoso o imposición coercitiva?. Nunca lo
sabremos o puede que sí, aunque extrañó que el acto no
estuviera presentado por una cuarta persona que diera paso a
los tres candidatos, en este caso dos más el número seis.
Algo chirriante y de alguna manera improvisado, aunque
Fatima Hamed hizo una entradilla bien preparada y pasó el
turno a Iván Chaves y este a Mohamed Alí.
Todo muy ligth. Idénticas aseveraciones a las que son
habituales en todos los partidos en relación a la
importancia del “capital humano” refiriéndose a electores y
colaboradores, exaltación gloriosa del localismo ceutí “Por
Ceuta y para Ceuta” en lugar de “Por Ceuta y para España”,
el silencio sepulcral de Juan Luis pesando como una losa.
Ausencia total de presentación, para quienes les conocieran
ahí estaban pero para quienes no supieran el “quien es
quien”, una candidatura de rostros sin nombres y una hojilla
de nombres sin rostro.
Breve y sentida alusión a las tentativas de UDCE de “pactar”
con el Partido Popular, con el PSOE y con el lucero del alba
si fuere necesario. Y a la cuestión de cómo era posible
tratar pactos con ideologías tan distintas, “no al aborto
defensa de la vida” - “libertad para abortar” y demás, una
despistada respuesta por parte de Mohamed Alí que parece no
pararse mucho en ideologías e infinitamente más en
“sospechas”. Gélido silencio de Juan Luis Aróstegui, como si
no existiera. Reiterativa alusión a los votos por correo y a
las malévolas reuniones del PP y ahora nuevas “sospechas”
acerca del presumible “juego sucio” de los Populares, lo que
supone una gran carga de optimismo por parte de la Coalición
ya que opinan que les van a ganar por “juego sucio” y no
como siempre porque tienen a la mayoría abrumadora del
electorado de dos lugares: de Ceuta y de España entera.
Si las invocaciones a que son un grupo de personas
“humildes” no se hubieran repetido tanto y de manera tan
innecesaria, no chocaría tanto el rosario de “sospechas” que
presidió el encuentro, se ve que están firmemente
convencidos de que si sacan con suerte a tres representantes
es “por culpa del juego sucio” del PP y si no fuera por las
arteras y diabólicas maniobras populares de comprar
voluntades, “ellos y solo ellos” obtendrían veinticinco
diputados. Para proclamarse tan extremadamente “humildes”
les puede un mucho la prepotencia. Y el número tres missing.
¿Será una componenda de cara a un electorado que no perdona
la ausencia de Musa Ragal o el que Abselam Abderrahaman
Maate, un histórico, haya quedado relegado al número trece
de la lista?. ¿Tal vez no querían “hacerse la foto” con el
controvertido Aróstegui?. De ser así lo considero una
deslealtad ya que si “está” ha de estar para todo, para la
foto y para el ansiado escaño, para comparecer y para
presentarse. Esa relegación es protocolaria e
institucionalmente incorrecta y si lo que se ha tratado es
otorgarle protagonismo a Ivan Chaves, ni era el momento, ni
era la ocasión idónea. ¿Defecto organizativo, ignorancia
supina del marketing del evento o negación de la posición de
Juan Luis Aróstegui? ¿Continuarán a lo largo de la campaña
con esa extraña dinámica? ¿Han decidido acallar la voz del
número tres?.
Todo eso y mucho más tendrán que aclarar de cara a sus
electores, lo que es de cara a los medios todos salimos
confusos y preguntándonos si Aróstegui presentaba un cuadro
de afonía aguda aunque, de estar afónico siempre podría
haberse expresado escribiendo en una pizarra. Al número tres
no le dieron su lugar y resultó tan chocante que constituye
un reto el tan solo plantear como van a encarrilar la
campaña, si se limitarán a las periódicas quejas de cada
jueves, si organizarán algún mitin y a quien o quienes
permitirán participar en él. Atípica presentación y ahora a
hacer quinielas para apostar sobre la futura trayectoria de
la Coalición. ¿Cohesión absoluta o grupo mixto cantado? El
tiempo lo dirá.
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