En el Pleno de las Cortes
Españolas celebrado el pasado martes se llevó a cabo un
nuevo “combate” entre los púgiles José Luis Rodríguez
Zapatero VS Mariano Rajoy Brey. (Expliquemos para aclaración
de algunos de nuestros lectores que no conozcan este
barbarismo inglés -“VS”- que el mismo –“versus”- fue
introducido por periodistas deportivos y tomado como
confrontación de dos contendientes, y así lo hemos podido
comprobar en la película Kramer VS Kramer.
Y ya puestos en el noble arte del boxeo que diría el poeta
don Manuel Alcántara, recordamos aquellos combates de Primo
Carnera (1906/1967, 2,5 m. de altura y mas de 125 kg. de
peso) de estilo tosco y carente técnica, que llegó a militar
en el peso pesado, y disputar la corona mundial de esta
categoría, controlado por la mafia neoyorkina según los
cronistas deportivos de la época y al que amañaban combates
con púgiles de segunda fila sobornados, llegando a
participar en mas de 30 veladas en un año, lo que llegó a
considerarse por la “canalla” periodística como de “tongos”,
o sea, trampa en la que un participante se deja perder
generalmente por dinero. De ello tenemos bastante
conocimiento en el deporte español principalmente en los
equipos de fútbol profesional o en combates de boxeo en los
que el principal actor, según también la prensa, fue José
Manuel Ibar Azpiazu, el aizcolari y levantador de piedras
que participó en los pesos pesados de boxeo cosechando 27
victorias (¿) por K. O.
Toda la explicación nos viene a cuento de lo acontecido en
la última sesión de las Cortes Españolas en la que volvieron
a enfrentarse Zapatero y Rajoy para tratar sobre la
intervención militar en Libia, para el primero “conflicto
político” y, para el segundo, “guerra” en toda la extensión
de la palabra, sin mencionar para nada Libia e Irak. Y allí
se enzarzaron en una “pelea” que, para algunos comentaristas
de la prensa nacional, se convirtió en un verdadero “tongo”,
pues ni defendieron sus posturas ni utilizaron para nada la
definición de “conflicto bélico”. Y es a lo que vamos: el
tongo se caracteriza, como ya hemos explicado, en una
trampa, generalmente por dinero, en la que uno de los
participantes se deja perder. Y este no es el caso, por lo
que ¿podemos decir que el combate entre Zapatero y Rajoy fue
un verdadero tongo?. No, sino mas bien una pantomima,
comedia, farsa o acción de fingir algo que se no se siente.
Porque a qué viene repetir, por una parte, “la mejoría que
se viene notando en la economía española, o que se iba a
solicitar del Congreso autorización de participación un mes
en el control de la zona de exclusión aérea y tres meses en
el embargo de armas” y de la otra venir con la cantinela de
que “el gobierno no está actuando con eficacia para generar
confianza y las condiciones necesarias para que los
emprendedores puedan invertir y generar empleo”. Estamos,
pues, ante lo que pudiéramos llamar de todo menos, como han
apuntado algunos relevantes comentaristas de la prensa
nacional, que el combate entre Zapatero y Rajoy ha sido un
tongo.
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