Ciento dieciocho mil familias
españolas se han visto arrojadas de sus viviendas por no
poder continuar afrontando las hipotecas. Así se encuentran
en la calle, pero teniendo que seguir pagando a los bancos,
absolutamente arruinadas y entrampadas.
La única esperanza para estos españoles reside en un par de
tímidas sentencias judiciales en las que se ha señalado el
“casa x hipoteca” y se entiende saldada la cuenta con la
banca con la entrega de la vivienda. Este es el sistema que
siguen países como los Estados Unidos, Francia e Inglaterra.
Pero no España porque Zapatero no está de acuerdo y alega
que “no quiere debilitar a los bancos” mientras que la
tendencia del Partido Popular es no permitir que los bancos
debiliten, arruinen y se coman a las familias.
De ahí los resultados de la abolengosa reunión celebrada
entre ZP, la escuálida Elena Salgado (desventajas de
practicar el exclusivísimo bikran yoga) y los grandes
señores de la Banca con mayúscula capitaneados por Emilio
Botín a quien la crisis no he hecho mermar las ganancias, al
revés. Los grandes banqueros “adoran” a Zapatero, que no
quiere “debilitarles” sino que sigan teniendo de rodillas al
pueblo español. Los banqueros en general y Botín en
particular opinan que todo va de maravillas, que no hay que
adelantar las elecciones generales (natural, se les acaba el
chollo y el chupeteo), que hay inmensos indicios de
recuperación económica y que… ¿Qué preguntan salpicando
babas cuan fuentes de los palacios de Aranjuez? ¿Qué de
donde salen esos tipos que se atreven a hablar de grandes
expectativas con más de cuatro millones de parados? ¡Se
tranquilicen, coño! Ellos defienden lo suyo, se quedan con
los pisos de las criaturas, les siguen cobrando, reciben
dinero y no se les obliga a conceder créditos y se
enriquecen de la manera más desaforada. Para ellos ZP es un
Mesías venido a salvar a los grandes bancos y todos, menos
el de Mercadona, que debe ser un guiri levantisco, coinciden
en que “esta” realidad es una maravilla.
Y mientras Rajoy reunido en Toledo con los pequeños y
medianos empresarios, con la España que madruga, con el
entramado productivo de la sociedad, con las víctimas de la
avaricia bancaria, con el auténtico motor económico del
pueblo. Ellos generan el empleo, crean el empleo, hacen
circular el dinero, generan prosperidad y esa prosperidad
nos alcanza a todos. Y quieren un adelanto electoral,
lógico. Son ciento dieciocho mil familias, mal contadas, las
que se encuentran en la ruina, sin vivienda y con el futuro
embargado por los tiburones y esta situación gloriosa para
los escualos financieros, seguirá mientras Zapatero les
proteja, a cambio la gran banca apoyará a los socialistas.
¿A que es un extraño silogismo? Lo que no es tan extraña es
la propuesta de cambiar discretamente las siglas del PSOE,
sustituyendo la comprometedora “O” de obrero por una “B” de
banquero así quedaría al PSBE, el partido de la banca.
Bueno, en realidad con el paso del tiempo las ideologías se
van atemperando, los socialistas eran marxistas de toda la
vida hasta que Felipe González, recordando al padrecito
Stalin decidió que, siendo marxistas, lo mismo no se comían
un colín y en un congreso se cepillaron sensatamente la hoz
y el martillo.
Superado el rojerío prosoviético ahora le toca el turno de
elegir los intereses que defienden y entre los miles de
españoles agobiados y empobrecidos y el aplauso del
todopoderoso Botín y de sus colegas, prefiere quedarse con
la aquiescencia, reconocimiento, amistad y apego de los
grandes señores antes que con los intereses de los muertos
de hambre, de los parados del ladrillo, de los despedidos
por la ruina de las Pymes, de los que rabian porque dicen
que de donde nos vamos a gastarnos dineros en guerras ajenas
cuando no tenemos medios para combatir la batalla contra la
cesta de la compra ni las escaramuzas angustiosas del pago
de las cuotas de la Seguridad Social. ¿Nos vamos a meter
algo en la faltriquera por mandar aviones a las guerras de
los árabes? ¿Los que han perdido sus casitas las van a
recuperar? ¿Nos darán el petróleo gratis los próximos cinco
años? ¿Qué no? Pues que se peleen ellos o quienes tengan
presupuesto y les sobren los dineros y que no tiren de más
cortinas de humo, que ya nos las sabemos todas, mandan a
nuestra gente a una guerra de por ahí y así olvidamos que la
guerra la tenemos que liar aquí y contra quienes nos quitan
el pan de la boca.
Si la banca no quiere adelanto electoral mala cosa. Y los
únicos que pueden pararles hoy los pies son los jueces, los
fiscales no porque ellos obedecen a los gobernantes, esto lo
pueden ganar jueces de a pie, los que andan abrumados por
los legajos, mal pagados y reventados, pero con los santos
cojones de ponerse al Gobierno por montera y ser capaces de
remediar adonde buenamente alcanzan, a esa sentencia que
determina “casa x hipoteca”. Así una y otra y otra, granos
de arena en la construcción de un futuro más justo y una
sentencia y otra y otra dejan de ser “puramente simbólicas”
y empiezan a escocer y a preocupar. Sí, a preocupar a
aquellos que se descomponen con el adelanto electoral y
tratan de paralizar la llegada del Partido Popular, ese que
está demostrando ser de Pymes que no de banqueros y de la
España que madruga para irse a trabajar, que no de los
tirantes rojos que enseña altivamente el banquero Botín para
demostrar sus simpatías.
¿Qué comentan? ¿Qué Manuel Fraga también exhibió en su día
unos tirantes? Sí, pero no eran rojos ni significaban la
banca, eran rojos y gualda y significaban España y nos
alcanzaban a todos los españoles.
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