Como cada año el día 27 de marzo, las gentes de teatro
celebran su día, leyendo el Mensaje Internacional que alguna
celebridad teatral escribe para los ciudadanos. Este año,
casualmente, en Ceuta no hay función al público, y por lo
que habitualmente se hace, que es al principio de la
representación dar lectura al mencionado mensaje, no se
podrá llevar a efecto, por eso desde el Centro Dramático de
Ceuta se ha dado a conocer dicho manifiesto para hacerlo
llegar a “los espectadores virtuales”.
Año tras año la Ciudad y los actores ceutíes celebran el Día
Mundial del Teatro con la puesta en escena de alguna obra y
leyendo, momentos antes del inicio de la misma, el
manifiesto que alguna celebridad teatral escribe para
homenajear este día. Precisamente este año, cuando Ceuta por
fin ya cuenta con su gran Teatro Auditorio del Revellín, lo
que no hay es una obra teatral con el que celebrar tan
especial día. Pese a todo, desde el Centro Dramático de
Ceuta se ha dado a conocer a los medios de comunicación el
manifiesto que este año ha redactado Jessica A. Kaahwa,
quien posee una larga y variada carrera en la investigación
y el diseño de la metodología de comunicación participativa
para el desarrollo. En la actualidad dicta clases en los
departamentos de Teatro y Literatura en la Universidad de
Makerere, que es donde también recibió su maestría.
Mensaje
“La reunión de hoy es un reflejo fiel del inmenso potencial
que tiene el teatro para movilizar comunidades y sortear las
diferencias.
¿Han imaginado alguna vez que el teatro podría ser una
potente herramienta para la paz y la reconciliación?
Mientras las naciones consumen sumas colosales de dinero en
misiones para la paz en áreas del mundo en violento
conflicto, se le presta poca atención al teatro como
alternativa individualizada para la transformación y el
manejo de conflictos. ¿Cómo pueden los ciudadanos de la
madre Tierra lograr paz universal cuando los instrumentos
que se emplean para ello vienen de poderes externos y
aparentemente represores?.
El teatro permea sutilmente el alma humana atenazada por el
miedo y la sospecha, alterando la imagen que tienen de ellos
mismos y abriendo un mundo de alternativas para el individuo
y por consiguiente para la comunidad. Puede dar significado
a realidades diarias mientras previene un futuro incierto.
Puede tomar parte de la política en formas simples,
directas. Al ser inclusivo, el teatro puede presentar
experiencias capaces de trascender preconceptos erróneos.
Además, el teatro es un medio probado para abogar e
introducir ideas que sostenemos colectivamente, y por las
que deseamos luchar cuando son violadas.
Anticipando un futuro pacífico, debemos comenzar por usar
medios pacíficos que busquen entender, respetar y reconocer
las contribuciones de cada ser humano en el proceso de
conducir a la paz. El teatro es ese lenguaje universal por
el que podemos enviar mensajes de paz y reconciliación.
Involucrando activamente a los participantes, el teatro
puede hacer que muchas almas deconstruyan preconceptos y, de
esta manera, da al individuo la oportunidad de renacer para
hacer elecciones basadas en conocimientos y realidades
redescubiertas. Para que el teatro prospere entre otras
formas del arte, debemos dar un enérgico paso adelante para
incorporarlo a la vida cotidiana, tratando temas apremiantes
de conflicto y paz. Buscando la transformación social y la
reforma de comunidades, el teatro ya existe en áreas
devastadas por la guerra y entre pueblos que sufren pobreza
o enfermedad crónica. Hay un número creciente de historias
de éxito donde el teatro ha logrado movilizar audiencias
para construir conciencia y ayudar a víctimas de traumas de
post-guerra. Plataformas culturales como el Instituto
Internacional del Teatro, que apunta a “consolidar la paz y
la amistad entre las gentes” ya tienen existencia.
Es entonces una farsa mantenerse en silencio en tiempos como
los nuestros, conociendo el poder del teatro, y dejar que
portadores de armas y disparadores de bombas sean los
guardianes de la paz de nuestro mundo. ¿Cómo pueden
herramientas de alienación ser también instrumentos de paz y
reconciliación?.
Los conmino en este Día Mundial del Teatro a pensar en esta
perspectiva y a adelantar el teatro como una herramienta
universal para el diálogo, la transformación social y la
reforma. Mientras las Naciones Unidas gasta sumas colosales
en misiones de paz en todo el mundo con el uso de armas, el
teatro es una alternativa espontánea, humana, menos costosa
y mucho más poderosa.
Puede que no sea la única respuesta para traer paz, pero el
teatro debe seguramente ser incorporado como una herramienta
efectiva en misiones de paz.”
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