El respeto a los demás, es el
respeto de uno mismo. Si no se respeta a los demás, poco
respeto o ninguno se tiene de si mismo. Ese es el gran
problema que tienen todos aquellos que no respetan al resto
de la comunidad.
Qué hay una campaña perfectamente organizada contra la
iglesia católica y contra todos los católicos, es algo que
no deja lugar a dudas. Y que en esa campaña participan todos
los “aborregados”, que como cualquier manada andan según las
voces de los “pastores” que los mandan, es otra realidad
incontestable.
Toda mi vida, por la educación que recibí de mis padres, he
tratado y sigo en ello de no insultar a nadie y respetar
todas las creencias vengan de donde vengan y participe en
ella quienes participen. Todos me merecen el máximo respeto,
porque en ese respeto a todos va el respeto a mi mismo.
No voy a negar, porque sería mentir, y eso es algo que tengo
borrado de mí particular diccionario, soy creyente pero no
practicante ya que mí Dios, es un Dios muy particular y muy
personal, acorde con mis pensamientos y con mis
sentimientos.
En esa, perfectamente, orquestada campaña contra la iglesia
católica y contra los católicos en general, aunque la
Universidad Central de Barcelona se adelantó, interrumpiendo
una misa y vejando a los universitarios que acudían a ella,
la Complutense madrileña ha llegado más lejos atropellando
al cura y a los asistentes de una misa, profiriendo insultos
contra el cristianismo y, rematando la faena los miembros y
miembras de este centro universitario se desnudaron de
cintura para arriba, supuestamente para de esa forma ofender
a los católicos que estaban presentes en el acto.
Un acto, el de desnudarse de cintura para arriba y gritar
insultos, que demuestra la gran valentía de estos
personajillos, a sabiendas que ninguno de los presentes les
iba a responder. Yo, personalmente y en persona, valoraría
este gran acto de valentía, si tuviesen los mismos “cataplinez”,
para realizar semejante protesta incluidos insultos y
desnudos de cintura par arriba, en otros templos que no
fuesen de católicos.
En otros templos de distintas religiones, con toda seguridad
que no lo harían, porque a esta clase de personajillos de
medio pelo y aborregados les faltarían cataplinez y ovarios
para realizar semejante acto.
Todos estos valientes y “valientas” que, en los momentos
actuales, están viviendo y estudiando por el trabajo de sus
padres, lo que deberían hace es dedicarse a estudiar para
tratar de terminar lo más pronto posible la carrera que
estén cursando liberando, de esa forma, a sus padres, que
les duele el alma de trabajar.
La suerte que va a tener nuestro país, es que ninguno de
esos universitarios?,llegarán nunca a gobernarlo, Se
imaginan cómo sería el gobierno de quienes no respetan a los
demás ni a ellos mismos.
Estos, lo más probable es que acudan a los “macrobotellones”,
a la espera que el jefe de la manada les dé la orden de
realizar otra gran gesta como la anterior. Los borregos
siempre siguen la voz de sus pastores que, normalmente, son
zagales sin estudio alguno.
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