A Cristina Riveiro Villodres, ceutí aunque con familia
gallega, siempre le habían gustado los animales. “Yo era de
las que ya de pequeña iba recogiendo gatos y apareciendo en
casa con ellos”, recuerda. Así que, cuando terminó el
instituto, y después de haberse pasado varios veranos como
voluntaria en el Zoo de Jérez, no lo dudó y se fue a Cáceres
a estudiar Veterinaria. Tiene 31 años y desde hace ya
algunos ejerce como veterinaria en Ceuta. Adora su profesión
y asegura que le deja “muchas satisfacciones”, a pesar de
que resalta que es un trabajo “muy sacrificado” y del que es
“muy difícil desconectar”. Lo que más le cuesta, aunque sabe
que es esencial para mantener a raya su salud mental y la de
su familia, es “no llevarse el trabajo a casa”.
Cristina, que tiene tres gatos en su casa, es la veterinaria
del ‘Consultorio Veterinario Reinoso’, además de ser una de
las integrantes del circuito de médicos de Urgencias que
cubren la asistencia sanitaria animal de Ceuta durante las
24 horas del día.
En el consultorio, junto a ella, trabaja Silvia Terrén
Aldea, que es la auxiliar de Veterinaria, y que se encarga
también de la tienda de animales adscrita a la clínica.
Además, la hija del dueño, Patricia Reinoso, ayuda en la
clínica, siempre y cuando se lo permiten las clases de la
facultad.
“Vacunaciones, desparasitaciones, muchas gastroenteritis,
temas respiratorios, luxaciones, temas víricos... Todo lo
que suele hacerse en una clínica, excepto Rayos que no
tenemos”, explica la veterinaria, la cual asegura que,
“aunque antes eran más frecuentes los perros como animales
de compañía”, ahora felinos y canes “están más o menos al
50%”, destacando que incluso hay clientes con un número muy
abundante de mascotas. “Tenemos una señora que tiene en su
casa catorce gatos”.
Desde el pasado noviembre, el consultorio ‘Reinoso’ está en
la calle Brull, cerca de la Plaza de la Maestranza. “Como
llevamos pocos meses, aún no tenemos un número muy grande de
clientes”, explica Cristina, y añade: “Eso sí, entre los que
tenemos, los hay de todo tipo, desde perros y gatos hasta
conejos, hámsters, cobayas, canarios, o erizos, a los cuales
hay que vigilar mucho su alimentación porque tienden a
engordar”.
Y es que, según explica la veterinaria, en Ceuta hay una
comunidad de animales domésticos muy grande, y “la gente
está muy concienciada en su cuidado”, aunque, sin embargo,
“impera la cuestión económica, que es la que hace que, por
ejemplo, a los gatos no se les suela vacunar; mientras que a
los perros nadie se plantea si es necesario vacunarlos, sino
que lo tienen asumido”.
En ese sentido, aclara: “Además, los veterinarios estamos
bastante mal valorados, por eso, a la gente le cuesta mucho
pagar; cuando, sin embargo, el precio de los médicos no lo
consideran excesivo”.
La veterinaria destaca también la importancia de que los
perros “se relacionen unos con otros, porque si no se
vuelven muy ariscos y dominantes”, así como que corran en
espacios libres: “No importa que vivan en un piso, depende
de la raza pero generalmente tampoco hace falta que un perro
viva en una casa con campo, pero sí que salgan a la calle y
puedan correr”. Por eso explica que lo importante es que
antes de tener un perro, “el futuro dueño se informe de la
raza; por ejemplo, los perros de menos de un kilo pueden ser
muy bonitos, pero también son los más delicados y los que
más enfermedades cogen”. Además, añade: “Por otro lado,
también hay demasiada gente que trata a sus perros como si
fuesen niños, y eso tampoco”.
Respecto a los felinos, lo que la veterinaria destaca
principalmente es la necesidad de esterilizarlos o
castrarlos. “Habría que tomar conciencia de que la
esterilización sólo trae beneficios”, explica, y recomienda
que se haga en el primer año de vida del animal, tanto si es
hembra como si es macho“.
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