Siempre he estado contra todo lo
que huela a guerra. Por eso he considerado que jamás hay
guerras buenas o guerras malas. Las guerras son todas malas,
donde los que más mueren son los inocentes que nada tienen
que ver con ellas, pero que de esa forma ayudan a que una
vez acabada la guerra, algunos ricos se hagan más ricos, y
cuyas muertes valen para que lleguen otros al poder que, más
o menos, vuelven a ser iguales a los que han quitado.
Aclarado lo que no hay guerras buenas o guerras malas, nos
envíen a ellas quienes nos envíen, no entiendo la actitud de
esos representantes de la cultura, como son los actores,
llamado:”el sindicato de la ceja”, que dijeron “NO a la
guerra” y, ahora dicen “Sí a la guerra” que se está llevando
a cabo contra el dictador Gadafi.
Cuál es la diferencia que estos encuentran entre una guerra
y otra, entre la de Irak y la de Libia. Hombre,
personalmente y en persona que todos estos que tanto
representan a la cultura?, entienden que la guerras son
buenas o malas según quienes sean los que nos manden a
ellas. ¡¡Ele ese arte que no se puede aguanta!!
Las guerras, artistas, porque ustedes son unos artistas, nos
mande quienes nos manden a ellas, nunca son necesarias. A
Irak, queridos míos, fuimos con un barco hospital, o sea
salvar vidas A Libia, intelectuales, enviamos aviones y
barcos dispuestos a realizar ataques donde, estén seguro de
ello, morirán más de un inocente. De hecho ya ha pasado.
Cuando uno está contra la guerra, está contra todos las
guerras. El decir “NO a la guerra” con cartelitos colgados
de la solapitas, y después decir “SI a la guerra”, además de
ser una incongruencia, es una hipocresía y una falsedad de
los sentimientos que se han mostrado anteriormente con
respecto a la guerra.
Si antes, cuando se colocaron el cartelito de “NO a la
guerra”, me pareció una patochada. Imagínense lo que me
supone el verles, ahora, diciendo “SI a la guerra”. Me
supone una tomadura de pelo, para todos aquellos, que
llegaron a creer que ustedes, artistas, estaban contra la
guerra.
Me puede decir que hay que liquidar al dictador Gadafi, por
eso es por lo que apoyan la guerra a pesar de ser, se mire
por donde se mire, una incongruencia de vuestra parte,
porque las guerras, todas ellas, no son más que salvajadas.
Si e esa la defensa que tenéis para decir “SI a la guerra”.
Sadam Husein también era un dictador, sin respeto por los
derechos humanos, con el que había que acabar.
Claro que por esa misma razón, por la que apoyáis esta
guerra, para acabar con un dictador que desprecia los
derechos humanos, también habría que acabar con el dictador
cubano, con el dictador de Corea, con el rey dictador de
Bahrein, al que acudido en su ayuda tropas de alguno de sus
amigos, otros dictadores como él y con el bufón de
Venezuela, entre otros dictadores que desprecian los
derechos humanos.
Pero a esos no tocarlos que con amigos nuestros, aunque
estén, alguno de ellos pagando la edición de los
separatistas gallegos o protegiendo y dándoles cargos a
asesinos de la ETA. De verdad, a qué jugáis, intelectuales.
Bueno, lo de intelectuales es un decir, no hay que abusar de
la palabra.
|