E l caracol es saxofonista, las burbujas llenan la pista
para que bailes en esta fiesta... Bajo el mar”. Ya se lo
cantaba Sebastián a Ariel en ‘La Sirenita’ y los humanos
están empezando a darse cuenta de los sabios consejos del
cangrejo del cuento: “La vida bajo el mar es mucho mejor que
el mundo allá arriba. Ese mundo está muy mal”.
Hasta hace poco era algo que sólo se celebraba en Tailandia.
Después empezaron a planteárselo en Mallorca y ahora acaba
de llegar a Ceuta. Una vez descubiertos los secretos
marinos, el centro de buceo de Ceuta ‘Diving Center’ ha
decidido ir más allá. Por ello, proponen que tan
espectacular espacio sea el escenario más romántico para que
las parejas de enamorados se den el ‘sí, quiero’.
La idea se le ocurrió a Erika Moreno, buceadora desde hace
cuatro años, y a su pareja Franci Valero, coordinador de las
actividades de buceo del centro, y practicante del
submarinismo desde que tenía catorce años (ahora tiene 47),
le pareció una idea original. La propuesta consiste en
ofrecer, por medio del centro de buceo, un paquete turístico
que tenga como eje central la opción de casarse bajo el mar.
Una boda submarina para iniciados en el submarinismo o,
simplemente, para novatos con ganas de probar aventuras
nuevas.
Eso sí, ni el cura ni el juez hace falta que se den el
chapuzón, puesto que es una boda simbólica en la los novios
pueden cumplir el sueño de casarse bajo el mar, aunque
después tengan que firmar los documentos pertinentes por los
procedimientos legales tradicionales. “Para casarse bajo el
mar no hay requisito previo, ni tampoco edad establecida”,
explica Valero, “sólo hace falta ser valiente”.
Si los novios ya saben bucear, la ceremonia se celebrará a
doce metros de profundidad, frente a la imagen de la virgen
del Carmen. Si, por el contrario, la pareja es novata, en
los días previos a la ceremonia, tendrán que hacer un
‘bautismo’, es decir, conseguir el certificado de buceo que
permita a la pareja sumergirse en el mar con toda seguridad.
Se trata de una prueba previa, que se realizará primero en
piscina, y después en el mar, a fin de que el día de la boda
los nervios por dejar la soltería sean los únicos que
acompañen a la pareja. En ese caso, la inmersión tendrá que
ser a tres metros de profundidad.
Respecto al vestuario, los propios organizadores lo explican
en su web: “De blanco y gala, como en las bodas
convencionales, o con sendos trajes de neopreno”. Valero
añade: “Incluso podemos traer trajes de neopreno con los que
se disfracen de ‘Spiderman’ o de ‘Power Rangers’. Eso o lo
que quieran. Y tampoco faltarán ni velo ni ramo de flores”.
Dentro del paquete turístico, que incluye a dos instructores
de buceo, así como todos los materiales necesarios, ofrece
también una fiesta previa, que se celebrará cuando los
prometidos lleguen al Puerto, donde una comitiva del centro
les esperará para darles la bienvenida a Ceuta.
Brindis, banquete y fotos
Por supuesto, tras el enlace matrimonial y el brindis con
champán bajo el mar, habrá banquete de boda. Será en el
barco, desde el cual los familiares y amigos asistentes
esperan en cubierta mientras se celebra la boda submarina.
De entre los invitados, las dos personas que hagan de
testigos más otros dos acompañantes podrán también
sumergirse, así como cualquier invitado que ya sepa
previamente bucear. Del señalado día, quedará constancia con
un reportaje fotográfico y en video. Y el precio de todo
oscilará entre los 400 y los 500 euros.
En la web del centro de buceo exponen: “En Tailandia
entraron en los récord ‘Guinnes’, gracias a la celebración
de 36 bodas submarinas simultáneas el día de San Valentín.
Habrá que ver si en Ceuta se animan a competir”. De momento,
hay dos parejas interesadas en ser, a partir de mayo, las
primeras en jurarse bajo el mar amor, eterno o hasta que el
divorcio los separe.
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