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OPINIÓN - JUEVES, 24 DE MARZO DE 2011

 

OPINIÓN / EL ESQUINAZO

El deporte y los jóvenes
 


Jesús Carretero
jesuscarretero@elpueblodeceuta.com

 

Desde hace muchos años, sostengo la idea de que el deporte debe ser el principal foco de educación para los jóvenes, algo así como el punto de agarre para llevar una vida ordenada.

Un joven deportista es ordenado, está apartado, al menos en teoría, de todo lo que es ilícito, es defensor de sus valores y de esos mismos valores cuando aparecen en otros. Todo esto lleva unido el que ese joven deportista es consecuente, con él mismo y con los que le rodean.

Sin embargo, todo esto que debe ser el elemento básico, no siempre se cumple, en parte porque el deporte no es un arte milagrera y en parte porque, en algunos deportes, más que el deporte mismo, lo que se valoran son los resultados. El fútbol es uno de esos deportes resultadistas, donde se “educa”, a veces, para ganar al contrario y donde, otras muchas veces, no se educa para respetar al adversario que ha sido superior a uno.

Y aquí es donde está el talón de Aquiles de muchos de los problemas que, en el fútbol, especialmente, se dan cada semana, en categorías inferiores, principalmente.

Llegados a esta situación, nos encontramos con que, por lograr unos puntos que poco van a valer, cara al futuro, somos capaces de hacer todo lo contrario a la idea inicial, metemos a los chavales para “deseducarse”, para formarlos en la idea del engaño y la trampa, sin más.

No me gusta esto y en los casos en los que nos encontramos con “educadores” para el triunfo únicamente, lo mejor que podemos hacer es apartar de ese equipo al educador o a los propios chavales para que busquen otro camino de más seriedad y respeto.

¿Se está “jugando” hoy con los chavales?. En muchas circunstancias sí, y luego, cuando vienen mal dadas, unos chavales en la categoría de cadetes se encuentran solos, o apartados de los demás, porque pesa sobre ellos una sanción que puede ser tan dura, como no permitírseles que jueguen al fútbol en competición federada, durante tres años.

Aquí algo falla, y yo que he defendido la seriedad, en el terreno de las sanciones, por malos modos, aquí no tengo la certeza absoluta de que esa sanción tan dura, impuesta a los dos jugadores del equipo del San Agustín, vaya a ser ejemplarizante para que la violencia y los malos modos se terminen.

Y no voy a rectificar ya en algo que dije en su día, que lo que hicieron estos dos jovencitos pasaba de “castaño oscuro”, que fue una situación tensa, dura y muy difícil, cosa que nos demuestra el hecho de que el propio equipo determinara que, desde ese mismo instante, fueran ya ex – jugadores, algo que me parece totalmente correcto, o me pareció en aquel primer instante.

Luego, cuando llegó la sanción, yo el primero dije:” esto va a servir de ejemplo”, pero ahora, al pasar varias semanas, lo que me pregunto es si estos tres años, apartados de la práctica deportiva, no les van a llevar por otros caminos más engorrosos, con lo que habríamos logrado que fuera “peor el remedio que la enfermedad”.

No sé qué va a hacer Apelación, creo que rebajará la sanción, aunque sólo sea pensando que a chavales que andan por malos caminos se los recupera con prácticas deportivas, pero estos dos chavales, por un error grave, que o fue por supuesto, se van a encontrar, durante tres años con todos los caminos cerrados. Es una situación atípica que alguien deberá atenuar, si es que no corregir.
 

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