El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda,
rechazó ayer la versión que ofreció el delegado del
Gobierno, Gregorio Escobar, que culpó a la Autoridad
Portuaria de Melilla de la subida del precio del barco por
la actualización de las tasas de atraque. Imbroda recordó a
Escobar que el Gobierno de España no quiso atender la
petición del Partido Popular para que en Melilla bonificara
esas tasas que ahora acaba de subir.
Imbroda, en una entrevista concedida a la Cadena Ser,
recordó que el PP viene defendiendo desde hace tiempo la
bonificación de las tasas portuarias en el transporte de
pasajeros y mercancías.
De hecho, esta medida será incluida en el programa electoral
del PP en las autonómicas del 22 de mayo, tal y como anunció
el coordinador de Economía del PP, Cristóbal Montoro, en la
visita que hizo a Melilla el pasado 25 de febrero.
El mandatario local recordó no obstante que la subida de las
tasas de atraque, que son las que han subido encareciendo en
13 euros los precios de los paquetes del barco para dos a
cuatro pasajeros y vehículo, no es una decisión unilateral
de la Autoridad Portuaria de Melilla, tal y como dio a
entender el delegado del Gobierno.
“Toda la responsabilidad es 100% del Gobierno de España”,
aclaró Imbroda, que recordó que la Autoridad Portuaria es un
organismo dependiente del Ministerio de Fomento.
Privatización
En cuanto a las tasas que se empezarán a cobrar en junio
como consecuencia de la privatización de la estación
marítima de Melilla, Imbroda puntualizó que esta decisión
también viene dada de una nueva normativa de Puertos del
Estado, que obligó a adjudicar la explotación de la terminal
de pasajeros de todos los puertos del país a empresas
privadas. Esta medida supondrá una subida de 2,99 euros en
cada pasajero y 8,99 euros por cada vehículo.
Imbroda insistió en que el Gobierno central tiene la
“responsabilidad exclusiva” en esta subida de tasas que “han
provocado esta alarma social” entre los melillenses.
Asimismo, subrayó los esfuerzos que está haciendo la Ciudad
Autónoma por evitar que la compañía suba más los precios de
los billetes de barco.
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