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El patético apagón de hace un par
de días dejó a un buen puñado de ciudadanos, entre quienes
me cuento, atrapados en los ascensores. ¿Cuántos fallos
eléctricos hemos sufrido en el último trimestre? ¿Ocho o
nueve? Y como “Teruel existe” yo les digo que lo que pasa en
esta europeísima ciudad no pasa ni en las aldeas de Teruel,
a no ser que acometa una borrasca horrorosa y la
meteorología dé al traste con algún sistema. Pero de muy
cuando en cuando.
De hecho, es tan poco habitual que cualquier apagón de
relevancia es noticia en los telediarios porque la gente se
pone como fieras y comienzan a bombardear las emisoras. Aquí
no. Los bomberos rescatando a inquilinos, el trabajo
paralizado por falta de suministro y una especie de callada
resignación que no alcanzo a comprender y que ha de ser
debido sin lugar a dudas a que, los ceutíes, son personas
muy educadas y reaccionan “a la japonesa” que no “a la
andaluza”.
Pero, ¿de quien ha sido esta vez el fallo, de Endesa o de
los del alumbrado?. ¿O tal vez corresponden todos los cortes
a algún tipo de marketing pre-electoral para que se lleve el
gato al agua quien consiga que tiendan un cable eléctrico
con Algeciras como lo tienen entre Tarifa y Tánger?. ¿O los
tangerinos tienen más derechos a no quedar atrapados en los
ascensores que los ceutíes?. ¿O por el contrario los de
Madrid nos consideran descendientes directos de un
contingente de monos gibraltareños en su día escapados de la
Roca a bordo de una zodiac?. Bueno, “considerarnos” no nos
consideran, eso es evidente y los de Endesa y los del
alumbrado parecen escasamente impresionados por las
fulminaciones y las quejas de las Autoridades de esta
ciudad. Aunque en todas partes cuecen habas, en Málaga en el
2010 se fue una vez la luz en la zona de El Palo y dos años
antes hubo otro fallo en otra zona, escandaloso y muy
comentado. Porque, en el siglo XXI con las espectaculares
innovaciones tecnológicas hay medios más que de sobra como
para garantizar el suministro de una ciudad que viene a ser
como Marbella.
Y a la ciudadanía que tiene que ser recuperada de los
ascensores con más de una lipotimia por claustrofobia a
cuestas, no le interesa lo más mínimo que se “sancione” a
los responsables porque esas multas en nada repercuten de
manera directa en el ceutí. La política punitiva habría de
ser otra: por cada apagón una repercusión directa en la
factura de la luz con un tanto por ciento de descuento
prefijado. Nosotros nos quedamos a oscuras, todo son
pérdidas y sobresaltos, pero al menos pagamos menor cantidad
por el zarrapastroso servicio. Apagón = Descuento en la
facturación. Esa medida sí resulta disuasoria y motivadora
para Endesa y los del alumbrado, porque nos tienen hasta los
cojones, con perdón de la alusión a las partes pudendas y no
se puede vivir en una ciudad europea haciendo apuestas sobre
cuando sobrevendrá la próxima avería. Eso quita mucha
calidad de vida. Es más, puedo afirmar que “fulmina” la
calidad de vida.
Lógico que el Presidente y su bigote sagaz, en cuanto el
PePé llegue a la Moncloa, dé una correndija al Ministerio y
comienza a liarla con el cable y lógico que se pida a la UE
que “nos echen un cable” para instalar el cable. No en vano
somos el primer “escaparate” de Europa en África y tenemos
que estar a la altura a todos los niveles. ¿Qué murmuran con
expresiones de infinito hastío?. ¿Qué en Bruselas “jamás”
creerán que Ceuta es un parque temático de averías
eléctricas a la altura de siglo que estamos?. No hay
problema, se trae a una comisión de eurodiputados y se les
sube y baja en los ascensores hasta que llegue el fallo y se
queden encerrados, se les deja dentro un buen rato y luego
se avisa a los bomberos, pero sin aligerar en demasía y
cuando salgan del cautiverio y lleguen a sus habitaciones
donde tenían enchufados los portátiles que se encuentren sus
ordenadores fundidos porque, cuando vuelve la electricidad
hay subidas de tensión y todo revienta.
Y seguro que, tras la experiencia, Bruselas se apiada de
nuestras fatigas y nos “echa el cable”. La solución es
perentoria, más de uno habla ya de utilizar energía nuclear
e instalar una minicentral en algún enclave aprovechando el
PGOU, pero la gente no quiere porque después de lo de Japón
estamos aprensivos. ¿Energía eólica? Posibilidades hay pero
las aspas dañan a las aves, mejor el cable europeo, pero un
cable en condiciones, nada de dos enchufes cutres y un
alargador, que conocemos el percal.
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OPINIÓN / ESPAÑA CAÑÍ
