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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 23 DE MARZO DE 2011

 

OPINIÓN / EL OASIS

Hay que ganar en Murcia
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Dicen los que saben de las enfermedades del alma que siempre es mejor caer en la desesperación que en la desesperanza. De lo cual deduzco que es mejor salir de un campo de fútbol despotricando contra jugadores y directivos que abandonar el recinto sin ganas de hacer el menor comentario sobre lo sucedido en el césped.

Sin decir ni pío salieron los aficionados del Alfonso Murube el domingo pasado. Ni siquiera los cuatro goles marcados al Alcalá fueron capaces de alegrar a la concurrencia. Síntoma evidente del desencanto que reina alrededor del equipo.

Antes, el aburrimiento se había adueñado de los espectadores. Y había una desilusión generalizada. Debido a que la gente tenía asumido lo siguiente: como juega este equipo es casi imposible ganarle al Murcia en su estadio. Y si perdemos en la Nueva Condomina, apaga y vámonos. Es decir, nos podemos despedir de jugar la siguiente fase.

No pocas personas me siguen preguntando por qué la plantilla de la ADC no está rindiendo acorde con la ilusión que se había depositado en todos sus componentes. Y a fe que me cuesta lo indecible responderles. Si bien me niego a echar mano de la tan manida mala suerte. Ya que con los contratiempos, en todas sus versiones, hay que contar desde el principio.

Dicho ello, sigo insistiendo que los técnicos hicieron una pretemporada equivocada. Tengo la impresión de que la resistencia no fue trabajada. Y que el equipo estuvo jugando los primeros partidos con las fuerzas naturales de cada futbolista. Sí, ya sé que habrá quien me pueda decir que la culpa de semejante decisión fue motivada por los partidos de la Copa del Rey. Lo cual, de haber sido así, tampoco eximiría del error a quienes planificaron los entrenamientos.

La ADC es un equipo que deambula por el césped con una tristeza infinita. La que le ha ido produciendo la desconfianza que cada futbolista se ha ido generando a medida que las actuaciones, tanto individuales cual generales, no han dejado de ser mediocres tirando a malas.

El bajo rendimiento mostrado por unos jugadores que fueron contratados al estar en posesión de un historial que avalaba el interés que los directivos habían depositado en ellos, ha sido tan inesperado como difícil de comprender. Aunque a mí me consta que hay personas que no se adaptan a vivir en Ceuta. Pues dicen padecer de claustrofobia. Y reconocen la ansiedad que sienten al no poder trasladarse de una ciudad a otra cuando les plazca. Y, sin duda alguna, entre los futbolistas suelen darse esas situaciones.

Por lo tanto, aunque parezca absurdo, no se debe ignorar lo que estoy diciendo para futuras ediciones. Los futbolistas que quieran venir a jugar a esta ciudad han de saber a qué sitio vienen y lo que se les va a exigir. Y, sobre todo, debe haber un cuadro técnico que genere entusiasmo desde el primer día. Unos técnicos capaces de hacer que los jugadores vibren. De modo que el Murube se convierta en un campo donde los contrarios lleguen cohibidos por saber que enfrente van a tener a once hombres dispuestos a correr cual posesos.

Ahora bien, yo sigo confiando en los jugadores y en los técnicos. Y tengo asumido que el equipo puede ganarle al Murcia como ya lo hizo en la primera vuelta. Una victoria en la que debemos creer.
 

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