El coronel jefe de la Unidad de Regulares, José Luis
Modrego, deja el próximo día 30 su cargo. De su nuevo
destino, poco puede adelantar. Tan sólo que, “posiblemente
sea en Madrid”. En 1976 ingresó en la Academia General
Militar de Zaragoza. Primero de teniente, y de capitán
después, estuvo en La Palma, Ourense, San Roque. Fue
teniente coronel tres años en Nápoles y coronel en Madrid,
entre otros puestos. Realizó, además, formación en Argentina
y Reino Unido. Haber estado al mando de Regulares 54 es para
él su gran orgullo, y asegura que Ceuta siempre quedará en
su corazón y en el de su familia, una ciudad en la que han
sido muy felices y que recordará “con su color azul claro”.
Pregunta.- ¿Qué ha significado para usted haber sido el
coronel jefe de la Unidad más laureada del Ejército español?
Respuesta.- Es un privilegio y una extraordinaria
experiencia para cualquier coronel. Para mí ha supuesto,
además, honor y responsabilidad, así como enorme
satisfacción durante todos y cada uno de los días mandando
el Grupo.
P.- ¿Cómo valora el trabajo que hace esta Unidad en
relación con el que hacen otras Fuerzas Armadas?
R.- A lo largo del año, la unidad desarrolla un Plan de
Instrucción y Adiestramiento establecido por la Comandancia
General, que está orientado a mejorar su preparación técnica
física y moral para el mejor cumplimiento de las misiones
que nos puedan ser encomendadas. Con respeto a la
comparación con el trabajo de unidades de Fuerzas Armadas de
otros países en misiones internacionales, hemos de
enorgullecernos de nuestros Regulares y de nuestro soldado
español. Así lo demostraron en la última misión de la Unidad
en Kosovo del 2008, y siguen demostrándolo los miembros del
Grupo que están en misiones actualmente.
P.- Durante estos dos años al mando, ¿qué destacaría?
R.- Ha sido un periodo muy intenso. En el campo del
adiestramiento he de resaltar los ejercicios realizados en
los campos de maniobra de Chinchilla y los de Almería, donde
los Regulares demostraron su nivel de preparación. Respecto
a actos solemnes, recordaré siempre con especial cariño la
audiencia ante Su Majestad el rey, la entrega de la medalla
de oro de la Ciudad, la celebración de la patrona de
Infantería y, por supuesto, los ‘Viernes Regular’. En lo
personal, destaco los amigos que aquí dejo, que con tanto
cariño nos han tratado a mi familia y a mí.
P.- ¿Qué destaca de esa audiencia con el rey, ¿alguna
referencia de Su Majestad hacia los Regulares?
R.- Su Majestad, tras manifestar abiertamente su
conocimiento de nuestra historia y cariño por los Regulares,
me encareció que transmitiera su felicitación por el
centenario a todos los componentes del Grupo y nos recalcó
el gran honor que supone el pertenecer a estas gloriosas
fuerzas así como la enorme satisfacción que sentía al
recibirnos.
P.- ¿Ha cumplido sus expectativas y sus objetivos?
R.- Desde un principio, mi objetivo fue acrecentar el
prestigio de los Regulares y mis expectativas se han
cumplido sobradamente. Hicimos un esfuerzo en mantener y
salvaguardar las tradiciones, pero sobre todo trabajamos en
mejorar nuestra preparación operativa en sus aspectos
físico, técnico y moral. El resultado es que hoy es una
Unidad muy disciplinada, instruida, extremadamente motivada
y dispuesta para su empleo, con un enorme prestigio dentro y
fuera de España.
P.- ¿Qué futuro le augura a la Unidad?
R.- Las incorporaciones de personal y la recepción de nuevo
armamento y material a lo largo de los dos últimos años
unido al trabajo diario han hecho que la Unidad esté en un
momento óptimo. Con el trabajo y el esfuerzo a los que
Regulares están acostumbrados no dudo que la Unidad tiene un
futuro prometedor.
P.- ¿En qué condiciones se encuentra la Unidad en cuanto
a material?
R.- Regulares es una Unidad de Infantería Ligera, y el
material que tiene es el que corresponde a estas fuerzas.
P.- ¿Había hecho durante su carrera militiar algún otro
servicio en Ceuta?
R.- No había estado antes destinado aquí, pero sí estuve
destinado de capitán en el Regimiento de Infantería Pavia 19
en San Roque, y eran frecuentes las veces que cruzábamos a
Ceuta de maniobras. Ya entonces el historial de Regulares y
su espíritu de sacrificio me impresionó.
P.- Respecto a la ciudad de Ceuta, ¿Cómo ha vivido su
estancia como civil en esta ciudad?
R.- Mi familia y yo nos hemos sentido totalmente integrados
en Ceuta. La ciudad nos gustó desde el primer momento. Lo
acogedora que es la gente de Ceuta, este mar que la rodea y
esa luz especial que lo envuelve todo nos cautivó. Desde el
principio quisimos participar en todas las actividades de la
ciudad, y procuramos relacionarnos con su sociedad y hacer
amigos. Han sido dos años inolvidables. Dejamos muchos y
grandes amigos aquí, tanto militares como civiles. Ceuta
estará siempre en nuestro corazón y llevamos muy buenos
recuerdos.
P.- ¿Qué sintió al participar junto a su mujer en el
arriado de bandera de su Unidad por última vez?
R.- Fue emocionante para los dos. Si bien es un acto muy
sobrio, tiene una carga emocional importante.
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