lUna mujer, musulmana española y residente en Fuengirola,
fue ayer la primera persona juzgada por intentar pasar sin
documentos a una persona extranjera a la península desde que
entró en vigor una reforma del Código Penal en diciembre
agravando las condenas en caso de tratar de trasladar a
menores. La acusada es la prima de un niño al que su familia
no puede mantener. La mujer no pudo adoptarlo en Marruecos e
intentó llevarlo a la península.
Una mujer fue juzgada ayer en la Audiencia Provincial por
usar el pasaporte español de su hijo para intentar pasar con
el a la península a un primo de ella, marroquí, cuyos padres
no se podían hacer cargo de él.
La acusada se enfrenta a una petición de condena del fiscal
de 9 años de prisión por el uso indebido de un documento
legal y un delito contra los derechos de los ciudadanos
extranjeros con el agravante de que la persona a la que
trasladaba es un menor. Esto último se estableció en una
reforma legal aprobada en diciembre de 2010 y la imputada es
la primera persona que es juzgada en Ceuta a la que se le
aplica ese agravante.
Los hechos se produjeron el 10 de enero de este año, cuando
la Policía Nacional interceptó en la Estación Marítima a L.
cuando iba a embarcar en un coche el pequeño, su cuñada y la
hija de esta y un agente detectó que el titular del
pasaporte no era el menor que iba en el vehículo. La madre
fue detenida y el pequeño fue internado en un centro de
menores.
Ayer, en el juicio, la acusada relató que su tío vivía una
situación difícil en Marruecos por carecer de medios
económicos para mantener a sus ocho hijos y por eso ella
intentó adoptarlo, pero al estar casada con un español, le
denegaron ese derecho. Entonces, decidió intentar llevárselo
con ella a Fuengirola donde vive. Ante la grave acusación a
la que se enfrentó, la mujer sostuvo que “no recibí dinero”
y “llevo 14 años en la península y nunca he pasado a
ilegales”.
Los dos policías nacionales que intervinieron corroboraron
ayer en el juicio que la mujer trató de hacer pasar al niño
como hijo suyo.
También declaró en la vista el padre del pequeño. Este
hombre explicó la dureza del día a día en su familia
detallando que su mujer está enferma y el niño estaba “todo
el día en la calle” e iba a colegio “un día si y otro no”.
Además, confirmó que su sobrina y acusada siempre le ayudaba
a él comprando “ropa y comida para mis hijos”. El hombre
confirmó que confió en su sobrina para que se hiciera cargo
del pequeño e incluso dijo que le insistió en que tenía que
llevarse al menor.
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El padre no ha ido a recoger al pequeño al centro de menores
El padre del niño aseguró al
finalizar su declaración, hecha a través de un intérprete,
que no había venido a Ceuta a por el pequeño por no tener
medios para hacerlo. La defensa de L. apostó fuerte por el
estado de necesidad de la mujer, aportó dos sentencia del
Tribunal Supremo, cuatro de la Audiencia Provincial de Cádiz
y una de la de Málaga que absolvían a personas en
situaciones similares. Además, agregó que “jamás un fiscal
ha hecho una acusación tan dura”. La abogada insistió en el
parentesco de la mujer con el chico, la ausencia de lucro y
la necesidad de buscar una vida mejor para el pequeño.
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