En las últimas semanas he seguido
puntualmente los artículos de opinión que el Partido Popular
ha publicado los domingos, bajo la denominación “Recordando
que es gerundio”, en los dos medios escritos de la Ciudad,
el Pueblo y el Faro de Ceuta. Columnas que devuelven a
nuestra memoria informaciones, datos y opiniones elaboradas
y publicadas por diferentes profesionales de la comunicación
en el decano de los medios escritos de la ciudad, en un
periodo de tiempo que abarca desde octubre de 1988 a mayo de
1991. Todas ellas relacionadas exclusivamente con la labor
política desarrollada por el portavoz de la coalición
Caballas y ex concejal de Economía y Hacienda, Juan Luís
Aróstegui, características de una oscura etapa de nuestra
historia democrática más reciente.
La formación localista insiste en su “error” de criticar a
todos aquellos que apoyamos desde la independencia al
Partido Popular, a quienes colaboramos a través de nuestras
reflexiones a un proyecto liderado por Juan Jesús Vivas. Un
proyecto que ha significado la transformación en diferentes
ámbitos de nuestra Ciudad. Unos responsables políticos, que
pretenden tergiversar demagógicamente la realidad al señalar
que en dichas colaboraciones se insulta y difama a los
miembros de dicha formación cuando, la ciudadanía tiene la
posibilidad de constatar a través de la lectura del
contenido íntegro de unos artículos, en los que solo se
evidencia la actualidad informativa publicada en la fecha
señalada, protagonizada por quien hoy pretende “mangonear” a
la coalición Caballas con la única intención de recobrar
ilegítimamente un protagonismo político que la ciudadanía le
retiró hace 12 años.
El Partido Socialista del Pueblo de Ceuta ha pretendido
desacreditar la imagen impoluta de la formación política en
la que milito desde hace años, al acusarla de insultar a los
difuntos cuando, el contenido íntegro de dichas
colaboraciones se centran en las actuaciones de quien hoy
pretende reverdecer triunfos del pasado prometiendo hoy lo
que fue incapaz de cumplir cuando tenía la capacidad para
ello como, por ejemplo; eliminar cargos innecesarios,
creación de una naviera municipal, erradicación del
“enchufismo”, disminución de la presión fiscal sobre la
ciudadanía, creación de empleo en barriadas, erradicación
del fracaso escolar, municipalización del servicio de
limpieza y un largo etcétera.
No obstante, es posible que los integrantes de esta
formación política hayan podido confundir los términos,
malinterpretadas las reflexiones incluidas en los artículos
elaborados por el Partido Popular y tras conocer la
intención de voto de los ceutíes, hayan podido atribuirle
finalmente a su máximo dirigente el apelativo de “cadáver
político”. En definitiva, los ciudadanos tienen la
oportunidad de constatar la realidad de unos artículos, que
solo extraen de la hemeroteca del decano de la ciudad los
hechos acontecidos en una etapa de nuestro pasado
democrático más reciente.
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