A unos les puede gustar más y a
otros menos pero, España, guste más o menos, como cualquier
democracia que se precie de serlo es un bipartidismo, donde
en ocasiones gobernará el PSOE y en otras lo hará el Partido
Popular. Pensar en otra clase de gobierno es pura ilusión.
Se me puede decir que los partidos nacionalistas tienen un
peso específico en decidir quién o quiénes nos deberán
gobernar. Pero, sin duda alguna, los paridos nacionalista,
no son más que aldeanismos en estado puro que,
constantemente, amenazan con declararse independientes,
porque ellos consideran que son una nación, cuando nada más
que son una Comunidad Autónoma, que jamás serían aceptados
como nación en el contexto de Europa.
Ellos lo saben, pero su sed insaciable de conseguir más
prerrogativas que, al final se traduce en más dinero,
terminando empeñado hasta las cejas, por mucho dinero que
reciban, les hace seguir insistiendo en esa hipotética
independencia que jamás llegará y que, además, ellos sólo la
piden con la boca chica, pues en su interior saben que es
algo imposible de alcanzar, puesto que sería la ruina de su
comunidad.
A todo esto se le podía poner punto y final de un simple
plumazo. Basta con sacar una nueva Ley Electoral que les
obligue, a todos ellos, a presentarse en toda España. Así de
simple, así de sencillo, se pondría punto y final al más
mínimo chantaje por la prestación de votos para que alguien
pueda gobernar.
Si de esa forma pienso en cuanto a los partidos
nacionalistas se refiere ni te cuento, serrana del alma, lo
que pienso de los partidos localistas que, en realidad, no
significan nada, puesto que nada pueden aportar. Y mucho
menos cuando, al frente de ellos, aparece algún que otro
“salvador”, que con su enorme sabiduría va a hacer de esta
tierra un vergel.
Aquí, mismamente, la suprema inteligencia de esta tierra
nuestra con su enorme sabiduría política de la que es un
auténtico genio, mal aprovechado, porque el pueblo pasa
olímpicamente de semejante personaje nos dice, por activa y
por pasiva, que de votarle a él, se solucionarían todos
nuestros problemas llevando, cual un Moisés cualquiera a la
tierra prometida a nuestro pueblo.
Sus críticas a los actuales gobernantes de nuestra tierra,
que según su parecer y entender lo están haciendo
rematadamente mal, se dan cada día, poniendo de chupa
dominen al presidente de esta tierra, votado masivamente por
su pueblo.
Del mismo modo nos insultas y nos critica a todos los que
estamos “vendidos” que pertenecemos a este medio de
comunicación. Pero ni sus maravillosos escritos, auténticas
obras de arte de la Literatura moderna, ni los insultos que
nos propina cada vez que le parece a esta suprema
inteligencias de la política, consiguen que el pueblo le dé
sus votos.
Y es que el pueblo conoce el paño y, por su fuese poco,
tiene buena memoria, y recuerda que cundo esta superior
inteligencia política gobernaba, nos hizo pagar de nuestros
bolsillos varios cientos de millones de las antiguas
pesetas, gracia a su maravillosa gestión en Economía y
Hacienda. Ninguno con los que saque.
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