Fue en un día airado de marzo, cuando los ruiseñores se
callaron y Coalición Caballa publicó su lista electoral. En
el rostro de Ali se dibujaba un aire de pena. De esta manera
y, acercándose al micrófono, casi cogiéndolo con la mano,
díjonos a todos el gran Ali con alguna lagrima en los ojos:
¡Yo voy primero, Fátima la segunda y tú eres el tercero ante
mis ojos! Y sin volver siquiera la cabeza, el tercero,
mirándole por encima de su hombro dijo: ¡Vale, ya tengo
escaño, como yo pensaba! Y siguió pensando para muy...muy
adentro de sí mismo: ¡Ya sabia yo, que gracias a este
aliado, podría alcanzar mi meta, con el tres yo llegó a la
asamblea! Y además puedo decir a los cuatro vientos, que no
quería ser primero que mi humildad me obliga a ser el
tercero!.
Y fue una sorpresa para todos, o algo así. Porque, el
tercero no iba de segundo. Es decir, que no iba ni de
primero ni de segundo, que iba de tercero! ¿Pero no es Iván
Chaves el Secretario General del PSPC? Entonces...¿Por qué
va el tercero sino el sexto? Ya ni el quinto, que siempre se
ha dicho que no hay quinto malo?. ¡No entiendo nada ó sí!
Pero sigamos. Adiós a las expectativas y ataques de sus
adversarios políticos quienes pensaban que era su ambición
personal lo que le animaba a unirse a Coalición con Caballa.
¿Y ahora qué? pensará nuestro localista sindical. ¡Veis mi
ejemplo de humildad! ¡Yo no quiero ser el cabeza de lista,
me conformo con llegar en tercer lugar!. Atrás quedan los
aciagos días de la UDCE con IU y con su Musa, que se
conformó con el cuarto.
Y así, sigue el cuento, contando que es un simple tercero,
que él no ha apartado a todos los demás fieles de Ali, que
le ayudaron a construir un partido en el poder. ¡Que todo ha
sido en consenso y que además están todos muy contentos!
Luego, todos entenderán, que como herramienta del destino el
primero rechazando a los suyos, y como inspirado por un no
se qué, no ha tenido más remedio que nombrarle su tercer
puntal. ¡Como iba a él a hacerle descender más allá del trío
fundamental!.
Porque, no nos engañemos, la historia esta ahí. El tercero
de Coalición Caballa. es un gigante de la política. ¡Si…si,
ese que nunca lo han querido ni lo quieren los ceutíes, es
cierto, esto lo confirman las ultimas elecciones! Pero en
realidad él se sabe grande, muy grande… un verdadero gigante
incomprendido por la sociedad a la que quiere gobernar.
Vamos…vamos, que más o menos, su relación con los ceutíes es
como aquel que les decía a sus vecinos:¡El que me llame
elefante le endilgo un trompazo! Y ante su aplastante lógica
los demás se callaban convencidos.
Pero volvamos al anuncio Caballa. Porque todos los que
leímos el articulo de prensa supimos que por fin había
llegado el gigante, el gigante grande, grande. ¡Tan grande,
tan grande! Y no es cierto, que nadie pensara aquello de ¡Y
tan listo es ese gigante!.
Así son las cosas. Con un poco de mala suerte, dentro de
poco tendremos en nuestra ciudad, el Monipodio de Sevilla, o
la Corte de los Milagros de Paris, tan populares en nuestra
novela. El diablo cojuelo ha sido liberado. Levantará los
tejados de nuestras casas, para fiscalizarnos y reírse de lo
que pasa dentro de ellas. ¡Qué miedo nos da!.
Pero, que nadie se engañe. El tercero es un gigante
aparente. Para que lo sepamos todos: un gigante aparente es
aquel que contra mas lejos se le ve mas grande parece,
después cuanto mas se acerca uno, se reduce su figura y
aparece un pequeñísimo gigante de reducidísimas dimensiones
. Por eso, no debe preocuparse nadie… ¡El gigante solo
parecía mas grande en la distancia política! ¡Que cosas
tiene la absurda imaginación de los hombres que aumentamos
los temores con la distancia!.
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