En algunas CC.AA. se están tomando
medidas para abordar el fracaso escolar, al que consideran
como una lacra, implicando a toda la sociedad que debe
luchar para acabar con este problema educativo, pero,
teniendo en cuenta que cualquier medida que se emprenda en
estos momentos, no verá sus frutos hasta transcurridos unos
diez año, como todo en educación (¿).
Además, duplicar el tiempo de lectura en Primaria, de tal
forma que durante una hora al día los escolares practiquen
la citada actividad.
Por otra parte, dentro de las primeras medidas será
seleccionar al profesorado que tenga “mayores cualidades”
para atender al alumnado en las etapas iniciales de la
educación.
Asimismo se apunta que se dedicará más tiempo a profundizar
en las competencias básicas y en materias instrumentales,
haciendo referencia a que, en algunos casos, se ampliarán
las horas dedicadas a Lengua y Matemáticas, “aunque siempre
respetando las decisiones de cada centro educativo”.
Una de las puntas de lanza en la lucha contra el fracaso
escolar, pasará por la disminución de la burocracia de los
colegios e institutos. No sólo se intentará que los
procedimientos actuales se simplifiquen, sino que los nuevos
se hagan todos por Internet. El objetivo es liberar a los
Directores y Profesores implicados en estas funciones y
optimizar los recursos humanos.
Se harán las Pruebas de Diagnóstico a los alumnos de 2º de
Primaria con la intención de conocer el nivel de formación
de los alumnos.
Se ahondará en la mejor distribución de los recursos, que es
uno de los argumentos esgrimidos por los agentes implicados
en el sistema educativo, de tal forma que los profesores de
estudiantes de 1º y 2º de la ESO tengan a su cargo a menos
alumnos. Esto se hará dividiendo los contenidos por Áreas,
haciendo que un profesor que imparte ahora una asignatura se
haga cargo de varias, relacionadas todas con su área de
conocimiento porque se ha visto que esto funciona así (¿)
En un antes muy recordado por aquellos que tuvimos la suerte
de trabajar con la Ley General de Educación Básica (EGB),
donde existía la garantía de obtener resultados muy
halagüeños en su aplicación.
Quiero recordar que en los primeros de la primera Etapa,
maestros y maestras estaban muy preparados para que el
alumnado superara los objetivos propuestos (ahora creo que
les llaman competencias) dentro de las distintas
programaciones que cada enseñante disponía. Bien es cierto
que los alumnos de Párvulos promocionaban suficientemente
preparados.
Viene a mi memoria un inolvidable compañero, especialmente
preparado para los niveles de 3º, 4º y 5º, que cuando sus
alumnos llegaban a superar estos niveles, la promoción a la
2ª Etapa de la EGB, su recorrido por ella, era garantía de
éxito.
Trabajaba el citado compañero básicamente las materias
instrumentales, la Lecto-Escritura y las Matemáticas,
dedicando el mayor tiempo posible, utilizando el trabajo
individual para aquellos alumnos que se retrasaban. Incluso,
en muchas ocasiones, retenía durante el recreo, a aquellos
que necesitaban mejorar. Pero, iba mucho más lejos: cuando
teníamos la “exclusiva” un día, por la tarde teníamos
programado la “visita de padres” y, al mismo tiempo invitaba
a un grupo de alumnos y, mientras asistía a los padres –en
el supuesto que visitaran al tutor- esos alumnos realizaban
sus actividades complementarias para recuperar las materias
con deficiencia.
Nuestro admirado compañero siempre era el último en salir,
porque gustaba que sus alumnos se marcharan con sus
actividades realizadas.
Al comienzo de curso, cuando se procedía a la elección de
grupos, siempre había algún enseñante descontento. Cubrir
los puesto de los primeros cursos generaba un problema –creo
que seguirán siéndolos- los que en general, rechazaban los
de nueva incorporación. Argumentaban los compañeros que no
tenían experiencia o bien, en aquellos casos, que tenían
otras especialidades.
Conviene tener presente que los cursos se adjudicaban según
la antigüedad en el Centro, no por la antigüedad en el
Cuerpo. Además, cuando llegaba el momento de la
adjudicación, un buen porcentaje de puestos estaban ya
ocupados por los maestros veteranos, que en este aspecto
eran inamovibles.
Así, salvo casos muy concretos, los primeros niveles se
cubrían por maestros o maestras sin experiencia, por lo que,
con muy buena voluntad y documentación adecuada, como
cursillos que no tenía más remedio que realizar salían
airosos de la situación.
Viene al caso esta extensa exposición de cómo se realizaban
las adjudicaciones, porque, en el caso de cómo se va a
realizar ese proyecto en la Comunidad referida, no parece
cosa fácil superar el fracaso escolar que se produce en
ella. Y parece una contradicción que a estas alturas se den
cuanta que, para mejorarlo, sea la lectura objeto de
atención. ¿Es que antes no se ha hecho los deberes en esta
parcela? ¿Qué criterios van a utilizar para seleccionar a
los mejores docentes? ¿Están los colegios muy
burocratizados? ¿Qué estrategia se va a utilizar para
implicar más a la sociedad? No sería mejor cambiar todo el
sistema educativo, teniendo en cuenta que, el esfuerzo de os
alumnos, es base fundamental para conseguir los mejores
objetivos. Se ha intentado, pero los dos partidos
mayoritarios, no se pusieron de acuerdo. Tendremos que
esperar al próximo Informe Pisa para darnos cuenta que
seguiremos siendo del grupo de cola. O, como en este caso,
dejaremos pasar una década.
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