Una joven de 27 años denunció a su ex pareja, la madre y la
hermana de este por malos tratos continuados durante años.
El juicio se suspendió el 24 de febrero y en los pasillos
del juzgado la víctima fue insultada por familiares de los
acusados por lo que denunció los hechos a la Policía. El 8
de marzo los puso en conocimiento del Juzgado de Violencia
de Género. La mujer sufre estas intimidaciones y desprecios
después de ocho años viviendo y trabajando gratuitamente
para la familia de su ex pareja. Llegó a Ceuta desde
Marruecos con 15 años y vivió sin papeles y haciendo todo
tipo de trabajos domésticos para diez personas.
Una mujer, víctima de malos tratos, que vive en una casa de
acogida con su hijo de 4 años desde hace dos años, ha
denunciado en el Juzgado de Violencia de Género que los
presuntos maltratadores y familiares de estos la insultaron
e intimidaron en los pasillos de Ceuta Center tras la
suspensión del juicio el pasado 24 de febrero. La
denunciante aseguró que unos minutos más tarde, en la calle,
fue increpada e insultada de nuevo.
El incidente pone de relieve la situación de indefensión que
algunas víctimas de la violencia de género vienen sufriendo
en los juzgados de Ceuta cuando van al juzgado a que les
tomen declaración o a un juicio y permanecen en un espacio
muy pequeño frente al imputado o familiares de estos. El
caso de la mujer increpada en Ceuta Center ocurrió solo dos
días después de que el sindicato CSIF denunciara en EL
PUEBLO la situación de segunda victimización que sufren
algunas mujeres cuando no se les garantiza un tratamiento
como víctimas en los juzgados de Serrano Orive.
Los hechos, según la denuncia, se produjeron el pasado 24 de
febrero de 2011 cuando el Juzgado de lo Penal 2 iba a
iniciar el juicio por malos tratos contra M.A.L, pareja de
hecho de la denunciante, y A.M.T. y L.A.L, que son la madre
y a hermana del anterior. La vista se suspendió ante la
petición del abogado defensor, cuñado del primer acusado, de
aportar un nuevo testimonio.
En el exterior de la sala, hasta un total de siete personas
de la familia denunciada acompañaban a los tres acusados y
nadie había previsto que ellos y la víctima estuvieran en
sitios aparte. Mientras aguardaban al inicio del juicio, la
mujer tuvo que aguantar “miradas y risas” de los familiares
de los acusados, según explicó ella misma. Por ello, el
policía nacional de la unidad de escolta y la trabajadora
del Centro de la Mujer que acompañaban a la víctima se
retiraron al fondo del hall. Sin embargo, cuando la jueza
suspendió la vista y se marchaban, la víctima fue increpada
en el pasillo. “Me llamaron guarra y escupieron en el suelo
cuando pasé”, comenta esta víctima de malos tratos que se
queja de que tuvo que estar expuesta a sus presuntos
agresores.
La afectada abandonó el edificio y cuando caminaba por la
calle Alcalde J.V. Goñalons pasó por la parada del autobus
donde estaban su ex pareja, la novia actual de este y un
hermano del primero que “comenzaron a increparme a voz en
grito e insultar con frases como puta, guarra, haciendo
ademán de acercarse a agredirme”, según reflejó en la
denuncia que interpuso en la Comisaría de Policía.
La vista quedó aplazada hasta el mes de mayo y en ella
aflorará una denuncia por malos tratos continuados de una
mujer contra el que fue su pareja durante ocho años, la
madre y la hermana de esta; una larga vida de malos tratos
psicológicos y físicos que presuntamente le inflingió la
familia para la que trabajó de forma gratuita durante muchos
años.
En esa etapa, la joven se quedó embarazada “y mi suegra
cuando se enteró me echó a la calle y tuve que irme con una
amiga a Los Rosales”.
La denunciante asegura que hubo un momento en el que pidió
explicaciones a su pareja sobre la agresividad de la madre
de él y este le respondió con un puñetazo en la cara,
mientras la suegra le decía que cuando el niño tuviera 4
años ella se iría “a la calle, tal y como vino, sin derechos
ni papeles”. Al día siguiente, recibió una paliza y en los
días posteriores se sucedieron los insultos, vejaciones y
agresiones, tanto por su pareja como por la madre de este,
según la denuncia que presentó en la Comisaría de Policía el
24 de enero de 2008. añade el testimonio de una llamada de
teléfono en la que la mujer denunciada pide a su hija
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