El nuevo buque oceánico ‘Río segura’ de la Guardia Civil
atracó el jueves en el puerto de Ceuta y estará hasta hoy a
mediodía en la ciudad. Se trata de la embarcación de mayor
tamaño desde que se creó el Servicio Marítimo de la Guardia
Civil. Su dotación de 16 guardias civiles tiene como misión
las labores de control fronterizo en el mar abierto, la
lucha contra la inmigración ilegal, el nacrotráfico y el
cumplimiento de la legalidad nacional e internacional. El
barco ejercerá sus funciones en el área del Estrecho, el
Mediterráneo español y el Oceáno Atlántico donde reforzará a
las dotaciones de la Guardia Civil presentes desde 2007.
La Guardia Civil presentó ayer en el puerto de Ceuta a los
medios de comunicación su nuevo barco oceánico, el ´Río
Segura’, una embarcación de 73 metros de eslora y 2.100
tonelada de desplazamiento máximo, que refuerza el Servicio
Marítimo en funcionamiento desde 1991.
El barco ha sido fabricado en Asturias con un presupuesto de
15,3 millones de euros costeado por el Ministerio del
Interior, responsable de la dotación de medios materiales y
humanos para ejercer las funciones de control fronterizo en
mar abierto dentro del marco del operativo Frontex de la
Unión Europea.
El nuevo buque oceánico desarrollará sus misiones en el Mar
Mediterráneo y el Océano Atlántico y es el primero de estas
características en manos de la Guardia Civil, que ya contaba
con el ´Río Miño’ y el ‘Río Tajo’, un atunero y un
cementero, reconvertidos en 2007 para el uso policial en el
mar debido a las misiones de control de la inmigración que
el Gobierno encomendó al instituto armado en el mar cercano
a Mauritania, Gambia y Senegal.
La capacidad operativa del ´Río Segura’, la coordinación que
permite con otros medios como los helicópteros y sus
servicios médicos y de atención a los inmigrantes que sean
rescatados lo convierte en “un SIVE en movimiento”, en
palabras de un guardia civil. El SIVE, es el servicio
integral de vigilancia del litoral español, que une la
tecnología más avanzada con el patrullaje en el mar.
El barco navega gracias a la fuerza de dos motores de 2.050
caballos cada uno que le permite desplazarse a una velocidad
de crucero de 13,5 nudos y una velocidad punta de 17 nudos
dentro de una autonomía de navegación de 62 días. Es decir,
sus depósitos de combustible le permiten estar ese tiempo
sin repostar.
Una de las misiones clave de esta embarcación es el control
de la inmigración para
lo cual cuenta con la llamada sala de naúfragos, un espacio
con las paredes y el suelo de aluminio que permite limpiar y
desinfectar con rapidez para evitar la transmisión de virus.
“Tiene capacidad para un total de 80 personas y nosotros
estamos preparados para hidratarlos, curarlos y acomodarlos
lo mejor posible hasta dejarlos en las costas de sus
países”, explica José Luis Polo, capitán de la Guardia Civil
y enfermero.
La enfermería tiene un equipo de telemedicina vía satélite a
través de cual un especialistas médico atiende a un paciente
desde un hospital. Otros dispositivos son una desfibriladora,
dos sondas para huesos y vísceras y un electrocardiógrafo.
El buque tiene una dotación de 16 guardias civiles que
también tienen como objetivo la lucha contra cualquier tipo
de actividad delictiva y colaboran con otros cuerpos
policiales y con medios aéreos especialmente con los
helicópteros. Estos disponen de una pista de 12 por 17
metros para aterrizar en ellas y de dos depósitos de
repostaje del combustible JP8 que es el que emplean estas
aeronaves.
Los presuntos delincuentes que sean detenidos en alta mar
pasarán a una zona de calabozos que puede albergar hasta a
ocho personas.
La sala de máquinas de la embarcación es un gran espacio
repleto de largas tuberías donde se encuentran los dos
generadores de electricidad que alimentan el sistema de
navegación. Un tercer generador, el de emergencias, está en
la cubierta del barco.
En la misma sala de máquina están las dos potabilizadoras
con capacidad para desalar 34.000 litros de agua marina
entre las dos cada día.
Otros servicios disponibles para la tripulación del ‘Río
Segura’ son un gimnasio, lavandería, cocina, sala de ocio,
sala multiusos y sala de mantenimiento del aire
acondicionado. El barco tiene varios sistemas de ventilación
estancos para aislar posibles infecciones que son los de la
sala de naúfragos, enfermería, calabozos, que son
independientes del resto y el del puente de mando que no
tiene relación con el resto del barco.
El puente de mando, el lugar desde el que se gobierna la
navegación, tiene instalado un sistema de extinción de
incendios que supera el problema de otros anteriores que
apagaban el fuego, pero absorvían el oxígeno. “Este esparce
una nube de partículas de agua en forma de miniescarcha y en
cuatro segundos sofoca el fuego, según hemos comprobado en
las pruebas que hemos hecho”, explica el capitán Polo.
En el puente de mando se dirige los sistemas de navegación,
comunicaciones, arranque de los motores, sistemas de alarmas
y de puertas para compartimentos estancos en casos de que
entre el agua. También tiene instalados dos sistemas
paralelos de rádar.
Las operaciones de rescates o de acciones contra los
traficantes cuentan con dos embarcaciones auxiliares, una
rígida de aluminio de nueve metros y otra semirígida de ocho
metros de longitud.
El ‘Río Segura’ es ya la joya de la corona de la ‘flota’ de
patrulleras de la Guardia Civil.
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