En el momento de informar no vale el “todo vale”, porque el
periodismo no versa en un “dar noticias” por tal de llenar
espacios en blanco y menos aún cuando esas informaciones que
se presentan como hechos ciertos e incluso en portada, no
son más que el eco de la rumorología local o simples
invenciones que vienen a manipular la realidad.
En el caso de la noticia aparecida sobre el empresario
García Gaona y su aceptación para formar parte de la
candidatura del Partido Popular, los hechos se describen
como auténticos, la información como fiable y contrastada y
al medio que presenta la noticia se le supone “veraz”.
Informar de manera recta y coherente es un reto, de ello no
hay la menor duda, un reto irrenunciable y un compromiso que
hay que asumir sin ninguna fisura ya que va en juego la
credibilidad del medio de comunicación. No se puede mentir a
los lectores, porque quien desembolsa su óbolo para adquirir
un periódico lo hace con la confianza de que le van a
ofrecer unas noticias serias y convenientemente
contrastadas. Cierto es que, lo que ahora es una información
contrastada está sujeta a un componente de variabilidad,
sobre todo en lo concerniente a la política y a los
políticos. Pero lo que se ha manifestado por parte de un
ciudadano, dicho está y no es variable.
La sorpresa al comprobar que no ha existido por parte del
empresario ni compromiso ni aceptación, ni ha concedido
entrevista alguna confirmando su “seguimiento a Vivas” y la
lógica irritación por parte de García Gaona al presentar
como cierto un hecho que no lo es, todo este “publimontaje”
en portada manifestando un futuro político inmediato, nos ha
parecido, no ya una osadía, sino una frivolidad. Y un
infundio. Porque no existen fundamentos, el Presidente ha
contactado con una serie de ciudadanos relevantes de
distintos campos (empresarios, médicos, agentes
inmobiliarios, etc) afiliados a su partido y también
independientes. ¿Tecnocracia o meritocracia? Es indiferente,
Vivas ha ido “tocando” a personas con una trayectoria humana
y profesional irreprochables, ceutíes cuyas capacidades se
han demostrado sobradamente, gente con proyección y con
“tirón”. La oferta del Partido Popular a Ceuta tiene que
ser, no buena, sino excelente para mantener el nivel que se
les presume. Pero de ahí a que, cada chisme y cada rumor
acerca de cada contacto o conversación adquiera marchamo de
garantía de presencia en las listas y se aventuren los
pronósticos es muy poco serio. Se puede estar mal informado
y equivocarse, entonces se rectifica y se piden disculpas,
lo que no es de recibo es la tomadura de pelo de siendo
conscientes de que la información no tiene una veracidad
absoluta, publicarla de manera irreflexiva sin atender a que
pudiera incomodar al señalado que, al ser sujeto de la
noticia sin quererlo, ve de alguna manera vulnerado su
derecho a la privacidad.
Contrastar y constatar ese es el quid de la cuestión en la
publicación de noticias. Si se quiere dar rienda suelta a la
fantasía o a la creatividad se escribe un relato, no un
chisme reciclado en “información exclusiva” porque no es
serio y demuestra improvisación y falta de rigor.
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