La noticia la traemos en primera
plana; Aróstegui no ocupará el número dos de la lista de
Caballa en los comicios. Mohamed Alí encabezará la lista, y
los números dos y tres serán ocupados Fátima Hamed y
Abdeselam Maate. Con los cual Aróstegui, como mucho pasaría
a ocupar el puesto número cuatro.
Mí abuela, que ya saben ustedes que era sabia, antes ciertos
acontecimientos, como podía ser el caso que nos ocupa,
siempre decía: “Andresito, piensas mal y acertarás”. Y la
verdad que eso de que la suprema inteligencia de este pueblo
acepte ocupar el número cuatro, cuyas posibilidades de
ocupar un sillón son altamente difíciles, me cuesta un trajo
enorme creérmelo. Vamos, en una palabra, que no me lo creo.
Con el derecho que me da la libertad de expresión, y con el
convencimiento de que cada uno puede tener la opinión, sobre
cualquier asunto, que mejor crea conveniente, aunque se me
ponga en cruz el mundo mundial no me creo, que después de
mantener la lucha, que viene manteniendo, Aróstegui, durante
años por ocupar un sillón en la Asamblea de la Ciudad
Autónoma de Ceuta decida, de la noche a la mañana, que está
poco interesado en ocupar el mismo.
Miren digan lo que digan, los jóvenes o las jovenas, los
miembros o la miembras, esto no me lo creo, y eso que soy un
crédulo de tomo y lomo, pero cuando a pesar de ser tan
crédulo, mi razonamientos lógicos se niegan que mi cerebro
acepte algo que no acierta a comprender, entonces no me creo
nada. Y esto, insisto, no me lo creo.
Es más, me pasa como cuando un niño asiste a una reunión
donde actúa un ilusionista, y cada vez que hace un juego de
magia, dice:”esto tiene truco”. Y esto, para mi
personalmente y en persona, tiene truco.
Y ustedes, cosa lógica, se preguntaran, cuál es y dónde
puede estar el truco. Podría ser, no digo que sea, es
solamente una opinión personal que, ante las circunstancias
que se están dando entre el personal, y ante la posible
perdida de votos que pueda tener la UDCE, antes los últimos
acontecimientos, con la dimisión y abandono del partido de
uno de sus pesos pesados, ante el temor de la perdida de sus
votantes, se haya pensado que para seguir manteniendo a esos
votantes, lo mejor sería que los tres primeros de la lista,
fuesen miembros del UDCE, dejando a Aróstegui en el puesto
número cuatro.
Hasta aquí la jugada sería comprensible. Lo que me choca y
me parece incomprensible es que, Aróstegui, acepte ir en ese
número, que tiene menos posibilidades de salir que yo de ser
elegido presidente de los EE. UU.
Igual, en el supuesto que consigan sacar tres, el tercero de
la lista renuncie a su escaño y este lo ocupe Aróstegui,
ante la decisión tomada por el electo. Oiga, en política
todo puede pasar, incluso existen los tránsfugas, que no
sueltan sus escaños, a pesar de que el escaño es del partido
y no suyo.
Si esto de la renuncia sucede, en política nunca se sabe lo
qué puede pasar, no dejaría de ser una estafa al electorado,
que a votado un a cosa y le dan otra. Aquí, en esta tierra,
como en Granada, todo es posible. Sigo creyendo que esto
tiene truco.
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