La Unidad de Regulares número 54 realizó ayer el arriado de
la Bandera Nacional, delante de la fachada del edificio de
la Comandancia General de Ceuta. El jefe de la Unidad, el
coronel José Luis Modrego Navarro, acompañado de su esposa,
Rosa María Tejada del Hierro, entregaron la corona de laurel
en el homenaje a los que dieron su vida por España.
Para algunos era un arriado de la Bandera Nacional más,
dentro de lo tradicional del acto. Pero para el coronel José
Luis Modrego Navarro, el de ayer tenía un significado
especial: era su último acto como coronel al mando de la
Unidad de Regulares. En realidad, penúltimo acto, puesto que
aún deberá protagonizar, el próximo miércoles 30 de marzo,
el cambio de mando, que es obligatorio tras pasar dos años
al frente de una Unidad.
Ayer, el Grupo de Regulares número 54 realizó el arriado de
la Enseña Nacional, delante de la fachada del edificio de la
Comandancia General de Ceuta, ubicado en la Plaza de África.
El piquete estuvo formado por la Banda de Guerra del GREG-54,
la Unidad de Música de la Comandancia General de Ceuta y una
Sección de Fusiles del citado Grupo.
Como es habitual, el acto estuvo presidido por el comandante
general de Ceuta, Enrique Vidal de Loño.
El arriado contó con una importante asistencia de público,
además de los familiares y amigos de los militares. El
momento más emotivo fue el homenaje a los que dieron su vida
por España, que llevaron a cabo Jefe del GREG-54, el coronel
José Luis Modrego Navarro, acompañado de su esposa, Rosa
María Tejada del Hierro. Juntos ofrendaron una corona de
laurel ante el monolito.
Tras romper filas, los participantes en el arriado entraron
en la Comandancia y, tras emitir unas palabras, el
comandante general les impuso unas insignias que conmemoran
su participación activa en el acto.
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