La rotura de un cable por parte de una excavadora que se
encontraba trabajando en las obras de la avenida Cañonero
Dato, provocó que desde las 19:30 a las 21:00 horas los
comercios y establecimientos de la calle Camoens se quedaran
sin luz. Según explicaron algunos de los afectados, la
situación produjo pérdidas económicas ya que la tarde de
ayer fue “una de las primeras de sol en mucho tiempo”. Las
velas fueron la solución más rápida aunque provocó que
muchos de los clientes y compradores decidieran dejar “el
café” para otra ocasión o trasladarse a otros lugares en los
que sí había electricidad.
Los edificios de la manzana de la calle Camoens, en el
centro de la ciudad, estuvieron sin luz entre las 19:30 y
las 21:00 horas de ayer a causa de la rotura de un cable por
una excavadora que se encontraba realizando las obras de la
avenida Cañonero Dato, según informaron fuentes de la
Empresa de Alumbrado de la ciudad. Como consecuencia de la
avería, saltó la sección de esta céntrica zona lo que
provocó un nuevo apagón. Hasta que no se reparó el cable la
electricidad no volvió a los bares y comercios de la zona.
Dos de los establecimientos de ocio afectados, la cafetería
del Hotel Ulises y el mesón-cafetería ‘La Columna’,
explicaron a este diario que registraron pérdidas
económicas. El dueño de este último establecimiento, Javier
Castaño, resaltó que “es la hora de la tarde en la que viene
la gente a tomar café”. Y es que, “se han podido perder
alrededor de 200 a 300 euros”, comentaba a la puerta de su
bar vacío.
“Nos han fastidiado el primer día de sol que ha habido en
mucho tiempo”, resaltaba Castaño. “Cuando vienen las
facturas de 600 euros de electricidad nadie viene aquí a
pedirnos perdón por este tipo de situaciones”, comentaba
resignado. “No hemos podido preparar ni café, ni tostadas,
ni nada. La gente llegaba y se iba porque no se les podía
atender”, explicaba.
Por otra parte las velas fueron la solución más rápida usada
por los establecimientos de Camoens. Buen ejemplo de ello
fue la propia cafetería ‘La Columna’ y la del Hotel Ulises,
donde se colocaron varias velas para que hubiera “algo de
luz”. “Se puede decir que sí que ha habido pérdidas porque
los clientes cuando han visto que ha habido un apagón, la
mayoría se han marchado”, comentaba el camarero de la
cafetería del hotel. En cuanto a alguno de los clientes de
los establecimientos, una joven que se encontraba en la
zona, explicó que “todas las tiendas estaban a oscuras. No
se podía comprar nada y lo único que se pudo hacer fue
esperar”, concluyó.
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