Varios agentes de Aduanas, inspectores de Trabajo, de
Sanidad y tres furgones de la Unidad de Intervención Rápida
de la Policía Local actuaron ayer en las naves del Tarajal
para realizar exhaustivos controles en función de sus
respectivas competencias. Como consecuencia de ellos se
levantaron varias actas de infracción en materia de trabajo,
sanidad, así como por el desarrollo de actividades distintas
a las previstas en las licencias de actividades concedidas
por la Administración Local. De hecho, por esta causa, fue
cerrado y precintado una de las naves. Los empresarios no
rechazan las inspecciones, pero piden que se vaya a por los
ilegales.
Agentes de la Unidad de Intervención Rápida de la Policía
Local desplegaron ayer un servicio destinado al control y
cumplimiento de decretos en las naves del Polígono del
Tarajal.
Sobre las 12:30 horas del mediodía varios furgones de la UIR
irrumpieron en el lugar para llevar a cabo diversos
controles administrativos. Los agentes comprobaban licencias
de apertura y, acompañados de funcionarios de Trabajo y de
Sanidad, se procedió a realizar las oportunas inspecciones.
Nada nuevo en este Polígono del Tarajal.
Ayer se cerró y precintó una nave por no ajustarse al sector
de venta que tenía solicitada en el trámite para la licencia
de apertura.
Los agentes constataron que la licencia era para confección
y la tenía dedicada a la venta de productos de alimentación.
No es la única, durante las últimas semanas se ha procedido
al cierre de algunas naves más que no se ajustan a la
tramitación iniciada para su regularización.
Los agentes de la UIR de la Policía Local no iban solos, con
ellos se encontraban inspectores de Sanidad y coincidieron
con inspectores de Trabajo y también con funcionarios de la
Agencia Tributaria, que en su sección de Aduanas
inspeccionaron igualmente a algunas naves del polígono.
Tres furgones de la UIR actuaron como punta de lanza en una
operación que se desarrolló durante gran parte de la mañana.
Los controles estaban relacionados con el cumplimiento de
las ordenanzas y lo regulado administrativamente para el
ejercicio del comercio en las ‘naves’.
En el operativo, “rutinario” -apuntaban fuentes de la
Policía Local- se levantaron actas referidas a la actividad
económica. Trabajo estuvo realizando inspecciones en
relación al personal de los almacenes y Sanidad analizaba
las cuestiones propias de su competencia.
Mientras tanto, funcionarios de Aduanas comprobaban
mercancías, las importaciones de algunos empresarios y los
aspectos relacionados con la Agencia Tributaria en relación
con los propietarios de las empresas (CIF o NIF).
La presencia de los agentes y de los inspectores causó un
excepcional revuelo en la zona, ya de por sí ‘movida’.
Empresarios descontentos
El presidente de los comerciantes del Tarajal, Mohamed Amar
se ha mostrado un tanto descontento por la situación. “No
nos negamos, ni mucho menos, a que los inspectores hagan su
trabajo, faltaría más, pero sería conveniente que se
vigilara especialmente a los que ‘trabajan’ algunos negocios
en las naves y la actividad empresarial no aparece en las
pantallas de los ordenadores, ni de los de la Inspección de
Trabajo, ni en los de Aduanas”, en referencia a que la
actividad inspectora siempre se produce entre los
comerciantes que sí están reflejados en los sistemas
informáticos.
Las declaraciones a EL PUEBLO del presidente de la
asociación de comerciantes de las naves del Tarajal deja ver
que, efectivamente, se produce actividad ilegal y no
regulada en algunos almacenes de las ‘naves’. “Cuando éstos
ven que aparece algún inspector, cierran las persianas”,
admite.
Insiste en que los comerciantes que se encuentran
perfectamente regulados, “no temen” las inspecciones, sin
embargo se queja de que “siempre se nos inspecciona a los
mismos”.
Ahmed lanza así un reto a las administraciones para que se
preocupen por las actividades ilegales que se desarrollan
sin control en la zona.
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