Hay quien se está pasando ya, en los terrenos de juego.
Otros se pasan no tres pueblos, sino cinco, o los que se les
pongan por delante, tras los partidos, cosa que ni puede, ni
debe llegar a ninguna parte, desde ahora.
Hace dos días, un jugador del Murallas, Lema, ha sido
agredido, cuando ya había terminado su encuentro contra el
United, y lo primero que se me viene a la cabeza es: ¿A qué
estamos jugando?.
El partido era de regional, o sea, la nada en el fútbol,
pero con equipos que, de aquí a dos meses, uno de ellos
puede ser de tercera división.
¿Este tipo de representación va a vender la imagen de Ceuta
fuera?. No merece la pena, lo mejor para evitar espectáculos
de este tipo es que se queden en casa. Sin más.
Tras la agresión, el jugador agredido ha puesto la
correspondiente denuncia. ¿Qué?. Poca cosa, si no nos
implicamos todos, si el propio equipo del United no entra,
de veras, en el asunto. Cualquier sanción, aunque sea
económica, al agresor le va a importar un bledo.
El United, por ejemplo, podría tomar nota de lo que hace muy
pocos días ha hecho el San Agustín, por un hecho similar:”
expulsar del equipo a quienes no van por el deporte, sino
por otros derroteros”.
Poco lejos puede llegar el deporte de Ceuta y, en concreto
el fútbol, si los comités no cortan de raíz esto y si los
clubes permiten en sus filas jugadores que, en vez de actuar
como deportistas, actúan en plan macarra.
La regional, hoy, en Ceuta, lo tiene todo, sin ser nada. Por
este camino seguirá siendo nada y dejará de tener los
privilegios que hoy tiene.
|