Ole la Ceuta mía /Ole mí pueblo!!.
Pedazo de cabalgata la que ha recorrido las calles de esta
tierra en la celebración de sus carnavales. Mi felicitación,
más sincera, a todos los miles de caballas que se lanzaron a
la calle para participar en la gran cabalgata.
Y esos miles formados por caballas sin distinción de credos
o razas, que querían disfrutar de sus carnavales,
encontrándose los más variopintos disfraces que le dieron un
gran colorido a la cabalgata. Una cabalgata que me vino a
recordar tiempos pasados donde la cabeza se comía la cola de
la misma.
La cabalgata va tomando le pulso a los carnavales y, en
ella, se vieron a muchas agrupaciones disfrazadas de las más
diversas formas, formando unos buenos conjuntos que, de esa
forma, dan prestigio a los carnavales de nuestra tierra.
En fin que es para contar y no acabar del éxito de la
cabalgata. Ahora nos falta recobrar aquellos bailes de
carnavales que se organizaban en ciertas entidades y
sociedades algunas de ellas, desgraciadamente,
desaparecidas.
Habrá que buscar otros lugares donde se puedan celebrar esos
bailes, una vez terminada la cabalgata para seguir
disfrutando de nuestros carnavales. Aunque, según me dicen y
me cuentan, existen algunos centros y pub donde se están
celebrando esos bailes, una vez terminada cabalgata.
Como en esta vida todo tiene un principio y un fin, nuestros
carnavales pusieron fin, a los mismos, con el entierro de la
“caballa”. Luto y llantos de sus desconsolados seguidores,
en el momento de su entierro, y a esperar al próximo año
donde volveremos, de nuevo, a disfrutar de nuestros
carnavales.
Y en ese disfrute, si puede ser, que aumenten el número de
las comparsas, las chirigotas, que reaparezca el cuarteto y
que el concurso sea superior a este último año, con unos
letrista que se pongan a trabajar desde ya, sin necesidad de
improvisación alguna, dejándolo todo para cuando faltan
pocos días. Pues de esa forma, pasa lo que pasa, que las
buenas letras brillan por su ausencia.
Tengo que reconocerlo, lloré amargamente en el entierro de
la “caballa”. No pude aguantar el mar de lágrimas que surcan
por mis mejillas. Y es que, aunque algunos no lo crean, a mi
como más me gusta la “caballa” es a la moruna. Gloria pura
de plato auténticamente ceutí. A otros igual le gusta la
“caballa” frita, que también está deliciosa. El libro del
gusto, ya lo dijo aquel, está en blanco.
Bueno, y como todo hay que decirlo, también me gustan una
jartá, las “caballas” rubias, morenas o pelirrojas, que en
asunto del color del pelo, me da igual ¡¡Hay cada “caballa”,
que quita las tapaderas del sentíos!!.
Y ni te cuento cuando no esté ningún talento desperdiciado.
Todos los jóvenes y jovenas sin recursos económicos
suficientes, podrán estudiar una carrera universitaria
gratuitamente.
Venga, vamos, despidamos todos como se merecen a nuestros
carnavales, ¿Preparados?. Todos a una y a compás. ¡¡Esto es
carnaval. Esto es carnaval.!!
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