Y no es lo que más agrada, cuando se va acercando, aunque
parezca un poco lejano, el final de la competición.
No nos está dando el Ceuta todas las satisfacciones que
querríamos y lo peor es que ya el líder está a 14 puntos,
mientras que el cuarto, que sería el mínimo de los objetivos
programados, está a 4, más el goal average.
Tiempo hay, pero cada vez un poco menos, para lograr entrar
entre esos 4 de cabeza.
Un tanto madrugador
Era lo mejor que nos podía ofrecer el Ceuta, nada más
comenzar el partido, que fuera él quien inaugurara el
marcador, cuando iban escasamente cinco minutos disputados.
Antes de este gol, en la primera jugada del encuentro
prácticamente, ya había dado muestras el Ceuta de peligro,
con un disparo, en el minuto 1, por parte de Javi Navarro.
La réplica local vino dos minutos más tarde, minuto 3 de
juego, cuando Fock se luce, en un paradón y envía el balón a
corner .
El peligro, por fin, se alejó de la meta ceutí y pasó a la
parte contraria, en jugada de Modeste por la derecha,
disparo de Añete con despeje del portero y Javi Navarro
clava el balón en las redes locales. Se tomaba aire, se
respiraba a pleno pulmón y se había adquirido ventaja, pero
no habíamos hecho más que comenzar, y aún había mucho
partido por delante.
El gol del empate
Es lo malo que tiene el Ceuta, que no sabe administrar sus
rentas y eso es peligroso.
Eso tiene más peligro que lo que ocasionaba el Jaén, en un
encuentro en el que el juego se iba haciendo monótono y con
pocas llegadas locales.
Sin embargo, cuando iban poco más de 23 minutos, hay una
jugada, entre líneas, el Ceuta se queda dormido, le cogen la
espalda al equipo de Goikoetxea y Toledo marca, era el 1-1.
Otra vez estábamos con el “volver a empezar”. Pero lo malo
es que en ese nuevo comienzo, el Ceuta no estuvo tan listo
como había estado en los primeros minutos, con lo que ahora
ya no llegó el gol.
Ronda el peligro la meta de Fock
No hubiera faltado más que los locales se hubieran
adelantado en el marcador y no anduvieron muy lejos de ello,
cuando en el minuto 28 hay un trallazo del Jaén que se
estrella en la cruceta de la meta de Fock, a su izquierda.
Afortunadamente, todo había quedado en susto, pero era un
aviso para ir despertando de ese letargo en el que había
caído el Ceuta, desde el minuto 10 de juego.
Antes de llegar al descanso, el Ceuta tendrá otra ocasión
clara, pero Aridane no vio puerta, cuando iban 40 minutos de
partido.
A partir de aquí, hasta el descanso, el Jaén tiene detalles
de juego bonito, pero sólo eso, detalles, en tanto que el
Ceuta pierde muchos balones y no crea ocasiones de gol.
El debut de Limones
Se dio al ir a comenzar el segundo tiempo, puesto que Fock
se había lesionado, en una de las últimas jugadas del primer
tiempo.
Por su actuación, no podemos enjuiciar, ni bien, ni mal, al
cancerbero Limones, porque no tuvo mucho trabajo complicado,
pero actuó con seguridad en los balones que llegaron a sus
inmediaciones, con lo que no creó problemas a nadie, ni se
los creó él a sí mismo.
Y es que el segundo tiempo, en cuanto a competición, sobró,
porque el Jaén se limitó a hacer cuatro florituras o
monerías, con “taconcitos” y poco más, mientras que la
defensa del Ceuta parecía haber cogido el segundo sueño.
El Jaén, en cuatro pases, llegaba, pero no pasaba de eso,
llegar para que se le viera, no para crear peligro, que no
lo creó, en tanto que el Ceuta, en este segundo tiempo, no
llegó al área adversaria hasta el minuto 62 y medio. Era la
primera vez de esta segunda parte que llegaba y llegó
deshilvanado y sin nervio.
Los líos del final
No es explicable el lío que se formó ya en los minutos de
prolongación del encuentro, cuando durante todo el partido
las cosas habían transcurrido con normalidad.
En el minuto 85, Aridane vio la segunda cartulina amarilla y
fue expulsado, teniendo que marcharse al vestuario antes de
la cuenta.
Faltaban por disputar cinco minutos, más el descuento y
corría peligro el empate, eso, a pesar de que al Jaén no le
parecía mal el resultado.
Ya, pues, en el tiempo de descanso, se armó un lío, ante las
narices del árbitro, mucho revuelo y Fran Carnicer es
expulsado, pero no se calmaron las cosas, acción de Zamora
muy poco ortodoxa que pisa a Pedro, este se revuelve de mala
manera y ve la cartulina roja. Curiosamente, Pedro salió del
campo, chorreando sangre, por el lío con Zamora.
Mucho alboroto, pues, para el poco ímpetu que había habido
en los primeros 90 minutos.
¿Y ahora qué?
El Ceuta, como toda la temporada, para el domingo tendrá
otro expulsado. Recuperará a Guzmán, pero pierde a Aridane y
mucho me temo que el comité actúe “de oficio” y pueda mirar
hacia Zamora.
Tengo ganas de comprobar que una semana, el técnico del
Ceuta tenga a su disposición toda la plantilla, algo que no
ha sucedido, en ninguna ocasión, a lo largo de toda la
temporada.
Con colegiados como este canario, puede ocurrir lo más
inesperado, a favor o en contra, pero siempre sin saber
hasta donde se va.
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