En más de una ocasión he hablado
de ciertos concursos que se dan en la televisión, sean en la
cadena que sean y que todos ellos tienen su “mijita” de lío.
Los líos vienen porque, una vez dentro, todos quieren ganar
y porque, en los jurados, en más de una ocasión se ven las
parcialidades que existen.
Con todo y no siendo persona muy acostumbrada a las
“romerías” en la noche del sábado, desde hace más de un año,
cuando una jovencita de Ceuta estaba participando en uno de
esos concursos, concretamente en “Se llama copla” de Canal
Sur, hay más de un sábado que, si no tengo algo más
importante que hacer, lo veo, aunque sólo sea en parte,
porque aguantar media noche mirando un mismo canal me
produce, hasta cierto punto, alergia.
El pasado sábado, a pesar de que este año ya no participa
Nazaré, estuve durante un rato viendo ese programa y, si
digo la verdad, me produjo dolor de estómago, por la
desvergüenza y la falta de tacto de uno de los miembros del
jurado y productor musical, al que llaman Pive.
Yo sé que hay mucha chabacanería, en determinadas gentes,
pero creí que cuando los responsables de una cadena llevan a
un jurado a alguien es porque, además de conocer el tema que
tiene que juzgar, tiene, también, educación y respeto a los
demás.
En este caso, y ya lo he visto, en algún otro caso similar,
el tal Pive es un desvergonzado de tomo y lomo que en menos
apreció los sentimientos de una participante, que había
perdido a su madre.
Un chiste malo, por supuesto, se podría hacer sobre la
indumentaria de la vecina, de la turista que vino la pasada
semana, o sobre la vendedora de pescado que en vez de
pescado te vende amapolas, pero llegar a ese extremo que
llegó el sujeto en cuestión, es pasarse todos los pueblo de
Andalucía de un tirón, sin respirar los límites de
velocidad.
Afortunadamente, al menos por ahora, en ese concurso, porque
el pasado año ya lo superó con éxito, no está la jovencita
de Ceuta, pero con actitudes así, lo que está haciendo es
cerrar la puerta a todos aquellos jóvenes o menos jóvenes
que quieren abrirse un camino en la vida, a través de la
música.
Estamos llegando a unos niveles, en ciertos medios de
comunicación, que se escapan de lo normal, y esto es así,
porque, a estas alturas, son tantos los medios que hay que
los que no tienen ideas propias y sanas, tienen que rellenar
espacios a base de elementos y artificios que, en nada,
ayudan a la información o a la formación, a partir de lo que
esos medios difunden.
No me parece mal que una cadena, como Canal Sur, desde
Andalucía, se decida por promocionar la copla y con ello
promocionar, también, a futuros artistas. Pero lo que sí me
revuelve es que cualquier “pincha uvas” se quiera hacer un
nombre, denigrando a los demás y el tal Pive, parece que va
por ese camino.
El programa ese, en cuestión, para mí, tiene el gran valor
de que es en directo, un directo, a lo largo de varias
horas, y la tensión de llevar esto por buen camino, sin
duda, cuesta mucho trabajo, pero con trabajo o sin ello, la
mayor parte de los que intervienen lo aguantan y ya es
casualidad que sea siempre el mismo, el que va con el paso
cambiado. Habría que saber qué tipo de carné tiene el Pive
ese para estar ahí. El carné de la educación, si se
expendiera, no lo podría adquirir.
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