Los tres ocuparon el banquillo de los acusados del Juzgado
de lo Penal con un nexo común: admitir que habían traficado
con droga que querían trasladar hasta la península para su
posterior venta o distribución a terceras personas.
Vistas así las cosas, la jueza de dicho órgano judicial no
tuvo más remedio que dictar sentencia condenatoria contra
ellos aunque en diferentes grados, dependiendo del hachís
que se le intervino a cada uno de ellos. El primero fue
detenido en la Estación Marítima con casi tres kilos de
resina de hachís que llevaba ocultos bajo el asiento
delantero de su propio vehículo, de ahí que tenga que hacer
frente a tres años y un día de prisión y una multa de 4.020
euros que si no paga, permanecerá tres días más en la
cárcel. Para el segundo de los imputados, la titular de lo
Penal decretó la pena de un año y cuatro meses de presidio y
una sanción económica de 1.972 euros ya que fue interceptado
en la zona de preembarque del puerto con 1.379 gramos de
sustancia estupefaciente el pasado 8 de diciembre.
El caso del último de los procesados fue más complejo que el
de los anteriores ya que fue condenado a tres años y nueve
meses de cárcel y 75.000 euros de multa porque llevaba casi
21 kilos de hachís. Condena a la que se le podría unir una
segunda ya que la jueza consideró que se le debía deducir
testimonio ya que el documento de identidad que presentó el
pasado 12 de febrero parecía no ser del acusado. Por lo que
se continuará la investigación ante una posible usurpación
de estado civil o falsedad documental.
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