La Ciudad Autónoma aseguró ayer en un comunicado que “el
Gobierno sigue trabajando en el desarrollo de las medidas
acordadas para la mejora del sistema eléctrico. La
Consejería de Fomento está abordando actualmente el proceso
de contratación de una auditoría de la red eléctrica”. Esta
medida fue una de las siete que el Gobierno anunció el
pasado mes de febrero después de una reunión en la que
estuvieron representantes de la Consejería de Fomento, Red
Eléctrica Española, Endesa y Empresa de Alumbrado Eléctrico
de Ceuta. La auditoría se realizará en las instalaciones de
las dos empresas que se han mostrado “receptivas” a esa
actuación.
Otra de las líneas de actuación que se adoptaron fue poner
en marcha un grupo de trabajo de la Ciudad con las dos
empresas para poner en marcha un grupo de trabajo “que
coordinar los sistemas de autocontrol”.
Además, en la reunión se acordó la implantación de registros
de cabecera en todas las líneas, elevar una consulta a la
Comisión Nacional de la Energía (CNE) para determinar quien
debe coordinar las protecciones entre la distribuidora y la
generadora y exigir el cumplimiento de dicha obligación.
Otra acción consiste en lo que la Ciudad Autónoma denominó
“aplicar un sistema redundante por parte de Endesa que evite
un corte de suministro en sus medios auxiliares” con el
objetivo de mejorar la velocidad de restitución del
servicio.
En la reunión se instó a las dos compañías que prestan
servicio en Ceuta a que trabajen con “un mayor grado de
coordinación monitorizada” y finalmente se decidió instar a
los técnicos de la planta desalinizadora a adoptar las
medidas necesarias para evitar en lo posible las
desestabilizaciones de sus equipos mediante el ajuste de los
parámetros de sus protecciones a una menor sensibilidad de
corte.
Reacción de la Ciudad
El pasado sábado 12 de febrero, Ceuta sufrió un ‘apagón’ de
unos tres cuartos de hora que provocó graves impedimentos en
el funcionamiento de numerosas empresas y establecimientos
comerciales. El Gobierno de la Ciudad decidió analizar y
concluir cuales fueron las responsabilidades después de que
los técnicos de Industria localizaran el fallo en las líneas
de distribución. Además, se decidió realizar una inspección
a Endesa porque no entró en funcionamiento una turbina de
gas que acelera el restablecimiento de servicio cuando hay
un corte. El informe técnico de Industria se extendió a
todos los ‘apagones’ sufridos por la población desde
diciembre. El primero, un cero total, sucedió el 21 de
diciembre de 2010 y la causa más probable fue una situación
metereológica adversa porque cayeron varios rayos que
afectaron a las líneas 12 y 13. La caída del sistema
eléctrico causó numerosas incidencias en bares y cafeterías,
supermercados y la propia Asamblea de la Ciudad que tuvo que
retrasar media hora el inicio del último pleno del año 2010.
El 18 de enero, las afectadas fueron las líneas 4 y 12 “por
apertura intempestiva de un interruptor”, el 24 de enero las
mismas líneas dejaron de funcionar por una avería en la
central generadora y el 1 de febrero volvió a caer la línea
12. La falta de mantenimiento interrumpió otra vez el
suministro en la misma línea el 6 de febrero.
Por último, ocurrió otro incidente, ya mencionado, el 12 de
febrero, y se ha vuelto a repetir la interrupción en el
suministro un mes después, el 13 de marzo.
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