En el día de hoy, compartiré con
los lectores de este medio de comunicación, algunas
reflexiones en relación a las acusaciones infundadas
vertidas, un jueves más, por los portavoces de la coalición
Caballas. En esta ocasión, con la clara intención de
coaccionar la labor independiente que desempeñan a diario
los profesionales de un medio de comunicación en concreto,
Radio Televisión Ceuta. Una televisión pública que ofrece a
la ciudadanía una amplia oferta televisiva de producción
propia en la que tienen cabida todo tipo de contenidos entre
los que debo destacar; informativos, programas culturales,
religiosos, festivos, deportivos, históricos, entrevistas,
magacines o tertulias sobre diferentes cuestiones, que
muestran la profesionalidad de todos sus trabajadores.
Debo puntualizar, que en esta televisión pública, legalmente
establecida, están representadas en su máximo órgano de
decisión todas las formaciones políticas con representación
parlamentaria en clara contraposición con la televisión
creada por el ex concejal de Economía y Hacienda, portavoz
de dicha coalición en la actualidad, Juan Luís Aróstegui.
Una televisión creada maquiavélicamente de la unión
estratégica de iniciativa privada y pública aunque,
financiada mayoritariamente con capital proveniente del
erario público es decir, con el dinero de todos los ceutíes
con la única intención de enaltecer la labor del equipo de
Gobierno municipal y en particular, la de los miembros de la
formación política liderada por este, el PSPC.
Es importante recordar, según informaciones extraídas de las
hemerotecas de los medios de comunicación existentes en ese
periodo de nuestra historia más reciente, como la concejalía
responsable de las cuentas públicas incluyó en los primeros
Presupuestos de la Ciudad elaborados por el máximo dirigente
del partido localista y actualmente socio de la UDCE en la
coalición creada, una partida de 57 millones de pesetas
destinada íntegramente a publicidad institucional de los
cuales, 42 millones se destinaban directamente a la
televisión “cofinanciada” y los otros 15 millones a los
medios de comunicación restantes, dos medios escritos y dos
emisoras radiofónicas.
Privilegios económicos a los que debemos añadir otras muchas
decisiones políticas no cuantificadas económicamente pero
que demuestran los recursos públicos destinados a un medio
de comunicación controlado exclusivamente por los miembros
del equipo de gobierno municipal. Aunque, lo más
sorprendente fue la introducción en los Presupuestos de la
Ciudad en el último año de esa legislatura, de un incremento
cercano al 100% en la subvención pública (Publicidad
Institucional) a favor de dicha televisión, pasando de 3,5
millones de pesetas mensuales a 7,5 millones de pesetas.
Sumando diferentes conceptos, el coste total para todos los
ceutíes ascendió a 140 millones de pesetas.
En definitiva, una reflexión argumentada en datos y cifras
extraídos de las hemerotecas, que muestran las incoherencias
de un personaje, que impulsó la creación de una televisión
coparticipada por iniciativa privada y pública, con fondos
provenientes exclusivamente de los Presupuestos de la
Ciudad, en la que no tenían representación las formaciones
políticas en la oposición y sin embargo, hoy critica
vehementemente la labor de los profesionales de una Radio
Televisión Publica legalmente establecida y fiscalizada por
todas las formaciones políticas con representación
parlamentaria. Sin ninguna duda, los hechos del pasado
demuestran las mentiras del presente.
|