En repetidas ocasiones, hemos
dicho que nos agradan las visitas que se nos acercan, por
aquello de que dan un aire diferente a lo normal de cada
día.
Sin embargo, todo hay que ponerlo en claro, no todas las
visitas resultan agradables y de esas visitas que han
aportado poco positivo y sí muchos problemas, Ceuta sabe
mucho.
A Ceuta es muy fácil llegar y luego hay muchos que parece
que no tienen muchas ganas de abandonarla, aunque no la
estén aportando, ni siquiera, una imagen digna.
El mal tiempo, tampoco, colabora en lo que hace referencia a
las visitas y no hay más que echar la vista hacia la bahía
sur, para ver lo que nos ha traído en los últimos días.
Desde el martes por la tarde, en plena bahía, y no muy
alejado de la costa, tenemos un visitante que no debe ser de
mucha confianza, puesto que lleva, cuando estoy escribiendo
el viernes por la tarde, más de 24 horas con “compañía”.
Yo que lo había visto, igual que todo aquel que se asoma
hacia el mar, pensé que sería uno de tantos barcos que ha
fondeado ahí, esperando que el tiempo mejorara un poco, o
haciendo tiempo para llegar al lugar donde fuera a
descargar.
Eso, sin embargo, no se debe haber pensado en Capitanía
Marítima, cuando desde el jueves han movilizado la Salvamar,
Luz de Mar, para que en caso necesario arrastrara al barco
en cuestión, un mercante, parece que cargado de fosfatos, el
“Suat Bey”, de bandera panameña, pero de armador turco, que
infringe la prohibición de fondear en esta bahía sur.
Un visitante, de paso, si es que no más, posiblemente
forzado por ese otro visitante que este año nos ronda más de
lo deseable, como es el levante.
El temporal de levante, al que por otra razón, también,
citábamos ayer, lleva varios días azotando toda la zona de
una manera persistente y, como a todos los demás, este
levante ha venido a proporcionar la desagradable sorpresa a
Capitanía Marítima que se vio en la obligación de tomar
precauciones, ante la presencia de este mercante con una
carga que puede acarrear algún problema.
El Suat Bey está en aguas de Ceuta, frente a la playa de la
Ribera y parece que el jueves desoyó o ignoró los avisos que
se le enviaron de que no era un lugar permitido el que
estaba ocupando.
Un visitante más, pues, de los que se colocan en nuestros
dominios y no hay quien lo mueva de ahí, eso en las aguas,
como muchos otros de tierra que nos tienen tan acostumbrados
ya.
Y lo que sí parece es que Capitanía Marítima no admite
“juegos” de cualquier tipo, con lo que la embarcación de
Salvamento Marítimo sigue ahí vigilante para actuar si fuera
preciso y arrastrar al barco infractor fuera de la bahía.
El mal tiempo u otras circunstancias, tras haber cargado los
fosfatos, le ha hecho entrar en una zona que, desde
Capitanía Marítima, se considera como el peor de los sitios
que podía ocupar y, de donde, con dificultades, podría salir
ahora, por sus propios medios, al estar el tiempo como sigue
estando, al menos en esta tarde del viernes. Mañana, Dios
dirá.
Y lo que sí es cierto es que haber fondeado donde no tendría
que haberlo hecho y habiendo “esquivado” las llamadas que se
le hicieron, traerá aparejada una fuerte sanción, que “se ha
ganado” por sí solo. Queremos visitantes pero de otro tipo.
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