La AMPA del Colegio Santiago Ramón y Cajal se ha mostrado
crítica con la situación que se vive cada día a la entrada y
salida de las clases. Los dos pasos de cebra de la calle en
la que se ubica el centro no están colocados a las puertas
de las dos entradas principales, por lo que se generan
momentos de peligro que, el pasado año, llegaron incluso a
producir atropellos a dos alumnos del colegio.
Un poco antes de las 14:00 horas de un día laborable se
repiten las mismas escenas. Cientos de alumnos de diferentes
edades salen en tromba de sus respectivas aulas para
encontrarse con sus familiares a las puertas del colegio. En
algunos centros, sin embargo, este cotidiano momento puede
derivar en situaciones de peligro como las que han
denunciado, a este periódico, varios representantes de la
AMPA del colegio Santiago Ramón y Cajal.
Desde hace ya varios cursos académicos aunque, de manera
formal, desde el pasado mes de septiembre, vienen reclamando
un cambio en la ubicación de los dos pasos de cebra de la
Avenida José Santos Vilela en la que se sitúa el colegio. El
motivo es que dejan desprotegidas las dos principales
puertas del centro, es decir, Infantil y Primaria, en las
que mayor volumen de estudiantes se genera. Por contra, uno
de ellos está en el lugar por el que salen los profesores,
dato que la AMPA considera ilógico puesto que la
señalización tendría que amparar a los más pequeños.
El añadido, además, de que existan pocos aparcamientos
disponibles para las decenas de coches que se agolpan en
esta transitada calle de Hadú donde también está situado un
Centro de Menores, deriva en situaciones peligrosas que, el
pasado año, tuvieron como consecuencia dos atropellos
aunque, afortunadamente, sin revestir gravedad.
La AMPA, según indicaron algunos de sus miembros, cuenta con
el “apoyo total” de la directiva del colegio. Asimismo, se
solicitó una reunión con el viceconsejero de Gobernación,
Manuel Coronado, sin que de momento se haya llegado a una
solución que satisfaga a los padres de alumnos.
Los representantes del colegio plantearon la posibilidad de
realizar una ampliación de la acera aunque la asociación lo
rechaza por tratarse de algo “más complicado” de lo que
realmente se está solicitando. Algunos de los padres de
alumnos reconocieron que el cambio de ubicación sería un
motivo de “tranquilidad” para ellos.
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