La estrategia de ‘Caballas’ parece basada en hacer enemigos
y generar un clima de crispación, rectifico, “forzar” un
estado de indignación entre las “víctimas” de sus ataques y
todo ello de forma innecesariamente artificiosa y dañina.
Digo “artificiosa” porque, las acusaciones de la Coalición
Caballas contra los colectivos de trabajadores no se
fundamentan en supuestos reales. De hecho, cuando ponen en
entredicho la honradez de los empleados de Correos en base a
sus “abracadabrantes” conjeturas sobre “reuniones secretas”
por parte de miembros del Partido Popular para fraguar una
conspiración delictiva encaminada al más burdo y descarado
fraude electoral en complot con la “laxitud” de los
empleados de las oficinas postales, en esa acusación
concreta de la Coalición están imputando a los de Correos
una complicidad necesaria con un delito electoral. O una
coautoría ya que, para llevar a cabo un fraude masivo
utilizando fotocopias de carnets ha de contarse con la
colaboración culpable del personal de las oficinas sin cuyo
concurso el delito es irrealizable.
Y eso es una crueldad. Sembrar las dudas sobre un grupo de
trabajadores y presumirles corruptos, desacreditándoles y
difamándoles ante la ciudadanía, eso es un comportamiento
aberrante que nada tiene que ver con ninguna “estrategia”
electoral. Los trabajadores protestan y piden que
rectifiquen de inmediato y Caballas donde dice digo dice
Diego, de una forma tan torpe que no hacen sino “ratificar”
lo anteriormente expuesto y volver a reafirmar la existencia
de una conspiración, porque “hubo” una reunión por parte de
miembros del PP. ¿O es que no se reunieron? ¡A saber para
qué se reunirían!
¿Ven los riesgos de sobreactuar y de ponerse en plan
“teatrero”? Pues hacer el más espantoso de los ridículos,
enervar a unos dignísimos trabajadores cuya honestidad se ha
puesto en duda y se sienten agraviados y ofendidos y no
sacar en términos de rédito electoral más que un mayor
rechazo generalizado hacia lo que, hoy por hoy, representa
“Caballas”. Nada que ver con la antigua UDCE y su proverbial
moderación dialogante, todo en la línea agresiva de
Aróstegui, el “sindicalista” que “defiende” a la clase
trabajadora poniéndola como a hoja de perejil y sembrando la
duda y el menosprecio. ¿Qué las acusaciones de la trama
conspirativa para el fraude electoral fueron formuladas por
Mohamed Alí? No. Fueron formuladas por la Coalición y como
portavoz, dentro de su estrategia de recobrar cierto
protagonismo en Caballas, Mohamed Alí. Pero sería injusto
que Alí encajara el “marrón” de las iras de Correos en
solitario porque somos conscientes de que ese tipo de
“agresiones dialécticas” no se corresponden con el talante
del político de UDCE que reiteramos que se encuentra
abducido y se está convirtiendo en una especie de fotocopia
de los modos y de las maneras de su coaligado. ¿Recuerdan la
deserción de Musa Rahal?.
Correos crispado y los trabajadores de UGT de la Televisión
Pública de Ceuta, enfurecidos por las acusaciones formuladas
de sectarismo, falta de independencia, manipulación
informativa, ausencia de pluralidad y demás comportamientos
atentatorios contra las libertades de expresión, opinión e
información. Y todas las acometidas de la mano de un
“presunto” sindicalista llamado a velar por los intereses de
los trabajadores, lo que en su caso viene a significar que
vela por los intereses de sus allegados más directos y
vitupera y menosprecia al resto. Siempre en comparecencia
pública en la rueda de prensa semanal, allí se sobreactua en
conjunto, porque hay que justificar la convocatoria y el
haber hecho desplazarse a los periodistas y la mejor
justificación es crear polémica : los empleados de Correos
cómplices del PP en la conspiración criminal para llevar a
cabo un fraude electoral; los periodistas de El Pueblo,
malvados mercenarios importados para llevar a cabo
estrategias de desgaste e incluso demolición de sus
gloriosos principios ideológicos, los de la Televisión
Pública de Ceuta, antipluralistas, politizados, sectarios,
manipuladores y el Presidente Vivas por medio presentando el
tiempo en los telediarios.
Encajamos las pautas políticas de la precampaña de cualquier
formación, pero no la generación sistemática de la
crispación por la crispación y de la forma más estéril que
pudiere concebirse, porque los resultados van a ser nulos.
Nadie de la masa electoral del Partido Popular votará jamás
a Caballas, los socialistas de toda la vida se van con
Carracao y lo que le queda a la Coalición es un sector que
siempre irá a menos ya que la oferta Popular es más
atractiva, es factible, es infinitamente más constructiva y
antes que nada es real. Si en toda España la tendencia es
una y la prosperidad y la regeneración vendrán de manos de
los expertos economistas del PP les aseguro que en Ceuta
nunca existirá la más leve sospecha de que Aróstegui o Alí
han recibido ofertas para llevar su modelo de gestión al
Fondo Monetario Internacional.
La sobreactuación sistemática tan solo genera crispación
¿Existe algo más vacío, yermo y desconsolador?. Y eso
confirma la creencia de que, a Caballas, no les asesoran sus
allegados, les asesoran sus enemigos, entre los que está
Aróstegui.
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