Vengan huelgas, vengan huelgas /
Vengan huelgas y alegrías / Que a mi me gustan las huelgas /
Más de noche que de día”. Si hay algo que España necesita,
en los momentos actuales, son muchas huelgas.
Por eso, como se acerca Semana Santa, los trabadores de AENA
sabiendo los que necesita nuestro país, no han dudado un
sólo instante, en preparar una convocatoria de huelgas a
llevar a cabo empezando, las mismas, el miércoles santos.
¡¡Qué pedazo de detalle, tú!!.
Además, en ese calendario, harán huelgas el puente de mayo y
en los días puntas del verano. No me negarán ustedes, que la
celebración de ese calendario de huelgas establecidos por
los trabajadores, no es para emocionarse y echar, al menos,
par de lágrimas de emoción. Niño, tráeme el tarro de
derramar lágrimas de emociones fuertes.
Cierto que el trabajador tiene todo el derecho del mundo a
la huelga, pues es la única forma de reivindicar sus
derechos que, en ocasiones, se les niega. Pero no es menos
cierto, que ese calendario de huelgas establecido, en días
tan señalados, a los únicos que va a perjudicar a otros
trabajadores, que llevan meses o años ahorrando unos euros
que les permitan visitar a sus familias en el extranjero.
Pues una mayoría de esos desplazamientos al extranjero lo
realizan quienes están trabajando en España y aprovechan,
esos días, para ver a sus seres queridos.
Sin, por supuesto, contar con el enorme daño económico que
le hacen a las ciudades, a las que llegan en riadas los
extranjeros para presenciar sus Semana Santas.
Indiscutiblemente la pérdida de esos millones de euros que
va a tener lugar por la falta de turismo va a afectar, más
que nadie en aquellos que están esperando la llegada de
estas fiestas para ocupar un puesto de trabajo que alivie un
poco su maltrecha economía.
La huelga, al parecer, se va a realizar porque la compañía
puede ser privatizada. Y, desde luego, privatizar la
compañía puede ser un gran problema para todos aquellos que
curran menos que el barbero del Papa, que ven que con esa
privatización van a tener que dejar de vivir del cuento y
tendrían que ponerse a trabajar como cada hijo de vecino.
Esa es, desde mi particular punto de vista, la madre del
cordero, la defensa de los puestos de trabajo de quienes,
precisamente, menos trabajan, y van a luchar con uñas y
dientes para evitar la privatización de la compañía.
No es lo mismo depender y trabajar para el Estado con el
sueldo asegurado pase lo que pase, se rinda más o menos, que
depender de una empresa privada, donde si usted no rinde lo
que debe de rendir, le ponen de patitas en la calle.
Aún sabiendo que el trabajador tiene todo el derecho del
mundo a la huelga, esperamos y deseamos que esta huelga no
se lleve a cabo, por el gran efecto negativo que va a tener
para la economía de nuestro país, y por todos esos
trabajadores que llevan años reuniendo unos euros para ir a
visitar a sus familias. España no está para huelgas en los
momentos actuales.
|